(Girona, 1° de marzo de 2025 – EFE / MundoUR).- Girona y Celta cosecharon este sábado un empate insuficiente en la liga española, en un encuentro entre aspirantes a Europa (2-2), porque el equipo de Míchel Sánchez sigue sin ganar y porque el conjunto de Claudio Giráldez no vio recompensada su superioridad durante gran parte del partido.
El Girona no pudo romper la racha de tres derrotas, pese a los goles de Viktor Tsygankov y Yangel Herrera, y apenas ha conseguido tres victorias en los últimos 17 partidos, sumando todas las competiciones.
Por tanto, deberá mejorar -y mucho- su efectividad, si desea mejorar cumplir con su objetivo de volver a clasificarse para una competición europea para la próxima temporada. Y, quizás, incluso para no tener que hacer números para sellar la permanencia, si no endereza el rumbo pronto.
Iker Losada y Marcos Alonso, de penalti, marcaron los dos tantos del Celta, que encadenó el cuarto partido sin perder, pero desaprovechó un 1-2 favorable y sigue sin saber vencer lejos de Vigo.
El encuentro comenzó con mucha igualdad entre dos equipos ambiciosos que querían adueñarse del control de la situación, aunque sin ocasiones claras. La primera llegada de cierto peligro fue un centro de Iker que Williot Swedberg no supo aprovechar en el corazón del área.
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El futbolista sueco volvió a ser protagonista poco después, por una lesión muscular que le obligó a abandonar el verde a los 17 minutos.
El Girona necesitaba romper su pésima dinámica y pudo respirar aliviado en el minuto 21. El disparo de Oriol Romeu se estrelló en el palo, pero Ladislav Krejci recogió al rechace, centró al segundo palo y Yangel Herrera descolgó el balón para que Tsygankov marcara en el área chica.
En apenas cuatro minutos el Celta sufrió la lesión de Williot y el 1-0, pero el equipo de Giráldez no bajó los brazos y redobló su apuesta.
Primero avisó con un disparo de Alfon González, el sustituto de Williot, a las manos de Paulo Gazzaniga, y al final celebró el empate en el minuto 36, en una acción que volvió a evidenciar la debilidad defensiva del Girona.
Sergio Carreira entró solo en el área por el flanco derecho y envió la pelota a la frontal del área pequeña para que Iker, también demasiado solo, restableciera el empate a placer: la reacción del Celta había tenido premio.
El Girona no sabía cómo conectar con Bojan Miovski, titular por primera vez desde que se lesionó en diciembre, y el Celta incluso pudo voltear el resultado antes del descanso, con un rechace de Daley Blind que estuvo a punto de convertirse en un autogol.
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Antes del ecuador también pudo volver a marcar el Girona, pero Guaita negó el gol de Tsygankov en una falta desde la frontal. La posesión al descanso, un 39%, ilustraba el momento de dudas del equipo catalán.
Y la segunda parte no pudo comenzar peor para el conjunto local: Ortiz Arias pitó penalti por un claro contacto de David López sobre Alfon en una acción sin aparente peligro.
Marcos Alonso transformó la pena máxima engañando a Gazzaniga, con un chut ajustado al palo. El gol en el arranque de la segunda mitad dejó tocado al Girona, muy frío e incómodo. Y pudo caer el 1-3 con tiros de Carreira e Ilaix Moriba.
Míchel recurrió primero a Arthur Melo e Iván Martín y después a Stuani. El delantero uruguayo apenas llevaba unos segundos en el campo cuando Herrera logró el 2-2, en el minuto 68, y en un saque de esquina servido por Tsygankov.
El duelo se rompió en el tramo final y Bryan Gil y Stuani, por el Girona, y Alfon, por el Celta, pudieron romper el empate, pero ya no se movió más el marcador.
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