(Bangkok, 9 de marzo de 2025 – EFE / MundoUR).- Dos oficiales de la Policía de Tailandia murieron y otras 14 personas resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en Pattani, una de las tres provincias del sur del país, región de mayoría musulmana donde persiste un largo conflicto entre el Gobierno y la insurgencia separatista islámica.
La Policía de Sungai Kolok indicó a través de Facebook que el vehículo, un sedán que había sido comprado recientemente en un concesionario de segunda mano, estalló en horas de la noche del sábado, cuando también se registró otra explosión y un tiroteo contra agentes de seguridad en zonas cercanas.
Entre los heridos, explicaron las autoridades en sus comunicados, hay 8 oficiales de la Policía, tres de ellos con lesiones de gravedad, mientras que seis civiles también fueron alcanzados por la explosión, cuyos autores aún no han sido señalados.
Los cuerpos de seguridad han anunciado una revisión de las debilidades y fortalezas del sistema de vigilancia en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat, limítrofes con Malasia, donde se registran frecuentemente atentados con armas ligeras, asesinatos y ataques con explosivos.
Las autoridades ordenaron el cierre de una vasta zona en la que se produjeron los hechos con el fin de colectar pruebas.
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La primera ministra tailandesa, Paethongtarn Shinawatra, expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos y ordenó a las agencias pertinentes que investiguen y encuentren información adicional, según dijo a su llegada a Bangkok, procedente de Berlín.
Remarcó que, en el marco del mes del Ramadán, ordenó el despliegue de más oficiales en esta región, en la que más de 7.600 personas han muerto en enfrentamientos desde que el movimiento separatista musulmán reanudó la lucha armada en 2004, según el recuento de la organización Deep South Watch.
Los rebeldes de credo musulmán y etnia malasia denuncian discriminación por parte de la mayoría budista del país y exigen el derecho de autodeterminación en las tres provincias sureñas, que conformaron el antiguo sultanato de Patani antes de su anexión a la actual Tailandia a principios del siglo XX.
El Gobierno de Tailandia y la insurgencia han mantenido negociaciones intermitentes en Malasia, país de mayoría musulmana que actúa de facilitador, desde hace más de un década, entre ellas en febrero del pasado año.
Este domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Malasia recomendó a sus ciudadanos que pospusieran por el momento todas las visitas no esenciales a esta región tailandesa.