(Bilbao, 9 de marzo de 2025 – EFE / MundoUR).- Athletic Club y RCD Mallorca firmaron este domingo en San Mamés un empate a un gol, con tantos de Antonio Raillo y Nico Williams, que les mantiene a ambos en sus objetivos, el del conjunto rojiblanco aprovechar la derrota del Villarreal para ampliar la ventaja en el cuarto puesto y el del equipo bermellón mantenerse en la pelea europea.
Raillo abrió el marcador con un tremendo cabezazo a un córner botado por Darder y Nico puso el 1-1 en otro centro desde la derecha, éste de Andoni Gorosabel tras una gran jugada en la que se apoyó de inicio en Iñaki Williams y después le dio el gol casi hecho al pequeño de los hermanos.
Con este punto, los de Ernesto Valverde aumentan a cinco los puntos de ventaja sobre el Villarreal en la cuarta plaza, aunque el conjunto amarillo tiene un partido menos jugado.
Y además, igualando un choque en el que abrió el marcador el rival, los ‘leones’ se animaron de cara a la vuelta de octavos de la Liga Europa el jueves en San Mamés frente a una Roma que logró ventaja en la última jugada del partido en el Olímpico de la capital italiana.
El Mallorca, por su parte, se aupó a la séptima posición de la tabla, un puesto que puede acabar siendo europeo como en muchas temporadas anteriores.
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Valverde metió muchos cambios en el once para refrescar el equipo, unos obligados pos lesiones, sanciones otras causas, y los otros para dar descanso a futbolistas que pueden ser claves el jueves ante la Roma en la vuelta de octavos de final de la Liga Europa a la que el conjunto italiano llega con la ventaja del 2-1 de la ida.
Arrasate, por su parte, regresó, como era esperado a un sistema con tres centrales con el equipo esperado, el que habitualmente da una buena réplica a los ‘leones’ de un tiempo a esta parte.
Notó el Athletic tanta variación en el equipo, si bien enganchó el primer remate a portería del encuentro, un remate de cabeza que se le fue alto a Guruzeta tras un centro desde la banda izquierda. Por ese costado lo hizo casi todo el conjunto local en el arranque, aunque mucho de ello mal por la falta de entendimiento de Adama con Nico Williams.
El pequeño de la saga intentó muchas cosas, le salieron pocas y cuando parecía que sacaba algo de rendimiento finalizaba mal las acciones.
En esa dinámica, el partido se afeó y el Mallorca se fue haciendo con el control en medio de la ya habitual en los últimos tiempos en la grada entre una parte de la zona de animación, la llamada Iñigo Cabacas, que llegó a gritar ‘Uriarte kanpora (Uriarte fuera) pidiendo la marcha del presidente, y el resto del campo, contrario a ese grupo y recriminándole su manera de actuar.
Así, con la atención puesta en las gradas más que sobre el terreno de juego, el Mallorca dormitaba el choque y además se acercaba al área de Unai Simòn.
Aunque sin mayor peligro que un cabezazo alto de Muriqi, a centro de Asano, y ya llegando al descanso otro cabezazo de Samú Costa y un disparo de Darder, ambos desviados el lado derecho de la meta bilbaína.
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No varió la dinámica del choque en el inicio de la segunda mitad, de nuevo con la atención fuera del campo y con poca cosa que contar en el terreno de juego, hasta que Valverde hizo los dos primeros cambios dando entrada a Iñaki Williams y Sannadi.
Aunque no fue para beneficio del Athletic porque de inmediato se adelantó el Mallorca en un córner de Darder que remató de cabeza, imparable tanto en su desmarque como en su remate, Raillo.
Otro cambio inmediato, el de Núñez por Paredes, precedió al empate. Una gran jugada de Gorosabel, que se apoyó en Iñaki Williams en su salida al ataque, y le dejó hecho el empate a Nico con un centro medido a la entrada al área pequeña del menor de los hermanos.
Con el choque ya roto, Samú Costa perdonó el 1-2 mandando al limbo un centro de Mojica que recibió, solo en el punto de penalti; e Iñaki Williams buscó el 2-1 con un disparo raso y cruzado que se fue desviados por centímetros.
Un disparo de Nico, otro cabezazo de Raillo, algunas acciones con Sannadi de por medio, y una falta directo de Uani Gómez dieron la sensación de que podía llegar ese 2-1, que estuvo más cerca que el 1-2, pero la cosa, como suele ocurrir últimamente entre ambos equipos, acabó en empate.
