La guerra arancelaria EEUU – China amenaza con desestabilizar a demás países

(Caracas, 10 de abril de 2025. Lismar Rebolledo/MundoUR).- La escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, exacerbada por las políticas arancelarias implementadas durante la administración Trump, continúa generando incertidumbre y zozobra en el panorama económico global. Expertos coincidieron en que esta confrontación, que trascienden la imposición de aranceles para convertirse en una verdadera guerra de sanciones económicas, amenaza con ralentizar el crecimiento de las principales potencias y, consecuentemente, afectar a economías periféricas como las de Venezuela y Colombia.

«Un mercado saludable no puede tener a dos potencias enfrentadas,» sentenció el analista económico Miguel Nieto, subrayando la magnitud del impacto que esta disputa tiene a nivel mundial en entrevista con Román Lozinski.

En Venezuela, la economista Sasha Cacurri alertó sobre los efectos directos de los aranceles estadounidenses, que alcanzan el 15%. A la par, lamentó la dificultad de competir con los bajos costos de producción en otros países, socavando el objetivo de repatriar la industria a Estados Unidos. Cacurri señaló que el reciente decreto de emergencia económica en Venezuela, sumado al aumento de precios de productos importados, podría agravar la ya precaria situación económica del país.

«El impacto de eso efectivamente hay una ralentización del proceso económico, hay una disminución del consumo, efectivamente puede haber un aumento de precio en estos productos,» afirmó Cacurri, enfatizando la necesidad de medidas urgentes para proteger la economía venezolana.

En Colombia, si bien algunos sectores vislumbran oportunidades competitivas, la preocupación se centra en la dependencia de importaciones de alimentos básicos como el trigo y la tecnología. Nieto advirtió sobre la posibilidad de una caída en los precios del petróleo si la economía global se desacelera, lo que representaría un golpe devastador para ambos países, cuya economía depende en gran medida de la exportación del crudo.

Ante este panorama, Cacurri y Nieto coinciden en la urgencia de una respuesta coordinada a nivel regional. «A nivel de países, a nivel de bloque, la negociación sería primordial,» subrayó Cacurri, instando a los gobiernos de la región a buscar alianzas estratégicas para enfrentar la embestida proteccionista.

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Ambos expertos recomiendan cautela y prudencia a los empresarios, así como paciencia a los gobiernos de la región, sugiriendo que esperen a que los países con los aranceles más altos negocien primero con Estados Unidos, antes de intentar acuerdos individuales. «Dejar que el tiempo alivie las tensiones, lo mismo en los sectores empresariales,» aconsejó Nieto.

La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China se ha convertido en un factor de riesgo para las economías latinoamericanas. La respuesta a este desafío requiere visión estratégica, cooperación regional y políticas económicas prudentes para mitigar los impactos negativos y aprovechar las posibles oportunidades que surjan en este turbulento escenario global.