(Caracas, 17 de mayo de 2025 – MundoUR).- Investigadores de la Universidad de Texas lograron desarrollar una tecnología que pudiera permitir que ingreses a tu smartphone sin tener que usar autenticación en dos pasos o tus huellas dactilares, ya que se alcanzó materializar una molécula sintética -como un pedazo de plástico- en la que se pueden almacenar datos.
Su trabajo consistió introducir una contraseña de 11 caracteres codificada en este pedazo de plástico, lo que podría ayudar a cubrir la demanda de almacenamiento de datos a largo plazo; proceso que de acuerdo con los científicos, consume demasiada energía.
El ingeniero eléctrico de la mencionada universidad, Praveen Pasupathy, detalló que estas moléculas permiten guardar datos por mucho tiempo y sin tener que usar energía. Es decir, que esto sugiere la probabilidad de que la forma novedosa -basada en la naturaleza- que sugieren los científicos funcionaría como el ADN.
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“Este es el primer intento de escribir información en un bloque de plástico que luego puede leerse usando señales eléctricas, lo que nos acerca al almacenamiento de información en material de todos los días”, dijo Pasupathy.
Por eso, se diseñaron moléculas con secuencias de información electroquímica y que, por medio de señales eléctricas, pueden dicha información guardada.
De acuerdo con Gizmodo, «Estas moléculas codificadoras de contraseñas tienen cuatro bloques conocidos como monómeros, y cada uno tiene propiedades electroquímicas que le son únicas. Para crear la contraseña el equipo diseñó un alfabeto de 256 caracteres, en el que cada uno de ellos está compuesto de diferentes combinaciones de cuatro de estos monómeros. Luego encadenaron los monómeros para crear un polímero que representa una contraseña de 11 caracteres (‘Dh&@dR%P0W¢’)».
A pesar del avance, el equipo de investigadores se enfrentan al reto de superar la descomposición de estas moléculas de plástico una vez que se descomponen al leerse y al tiempo que tarda la decodificación, que actualmente son dos horas y media.
“Lo que hicimos tiene el potencial de hacerse en menor escala, en dispositivos más económicos, en comparación con los sistemas de espectrometría tradicional”, dijo Eric Anslyn, profesor de química de la Universidad de Texas en Austin.