(Caracas, 12 de junio de 2025. Lismar Rebolledo/MundoUR).- Las políticas migratorias de la administración Trump, enfocadas en redadas y deportaciones, han desatado una ola de protestas y tensiones políticas en California, según el politólogo de la UCV y analista político radicado en Washington DC, Francisco Pelayo. Pelayo, con experiencia en comunicación de campañas y de gobierno, destacó que el enfoque de la presidencia de Trump ha sido significativamente más agresivo en comparación con administraciones anteriores. «La presidencia de Donald Trump ha tenido un foco muchísimo más fuerte en el tema de las redadas», afirmó.
El analista explicó que, según reportes de medios, el asesor principal encargado de políticas públicas de Trump solicitó al Departamento de Seguridad Nacional que intensificara las deportaciones y redadas, extendiéndolas a lugares públicos. «Se reunió con el departamento de seguridad nacional con respecto al tema migratorio para pedirle que hicieran más deportaciones, más redadas y que no solamente se dedicaran a hacer listas de personas con inestatus irregular y que podían ser sujeto de deportación sino que también fuesen a lugares públicos donde se sabe que hay personas sin documentos», indicó Pelayo.
California, un estado con una alta población hispana, fue el foco inicial de estas estrategias, generando una fuerte reacción en las comunidades. «Decidieron utilizar a California y Los Angeles en donde comenzaron a ejecutar este tipo de estrategias, empezaron a tomar a jordaneros y personas de las calles y esto ha generado la reacción de las comunidades más que todo latinas pero tenemos que entender que California es un estado altamente hispano», agregó.
Pelayo advirtió sobre el riesgo de detenciones basadas en perfiles raciales y la apariencia física. «El problema de estas políticas de deportación es que tú no sabes si las personas tienen o no tienen papeles y las detienen por la manera en como lucen, que fue lo que sucedió con esta turista chilena, que no se ve como una estadounidense y fue el objetivo de este ataque», señaló.
A pesar de la alarma generada por la administración Trump, Pelayo minimizó la magnitud de los disturbios en Los Ángeles. «No hay disturbios, si se escucha al presidente Trump y su secretaria pensarías que Los Ángeles está bajo un caos total donde las personas están arriesgando su vida, por eso enviaron a la guardia nacional y enviaron a 500 marines esperando para actuar y no es así», explicó.
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El analista considera que la situación es más una «batalla política» para justificar las acciones del Departamento de Migración y socavar la autonomía de California. «Esto es una batalla política más de lo que está sucediendo ahí para ellos defender y justificar no solo las acciones del departamento de migración sino también del estado de California, el estado está perdiendo su autonomía, en decir que no quiero a la guardia federal aquí. Son pasos que hemos visto desde que Trump llegó a la presidencia por segunda vez, tomando acciones para posicionarse por encima de los estados cuando le conviene», acotó.
Finalmente, Pelayo expresó preocupación por el desgaste de las instituciones y la confianza en el gobierno. «Esta película va a terminar de una manera muy triste en el sentido por todo lo que está ocurriendo por el desgaste de instituciones, sociedad civil y de la confianza en el gobierno», dijo. Subrayó que las deportaciones no son nuevas, pero que históricamente se priorizaba a personas con antecedentes penales. «Hay que dejar claro que las deportaciones siempre han existido solo que antes ponían prioridad en las personas que tenían record criminal, comerse una luz roja», concluyó.






