(Caracas, 01 de septiembre de 2025. Lismar Rebolledo/MundoUR).- En julio de este año, 119 personas fallecieron en accidentes de tránsito en Venezuela, según datos del Observatorio de Seguridad Vial. El 54% de estas muertes (64 casos) involucraron motocicletas.
Aunque aún no hay cifras oficiales de agosto, los reportes diarios en medios regionales reflejan un patrón similar de siniestros con víctimas mortales y heridos. Motos, educación y vialidad: Los tres pilares para reducir accidentes, según especialistas.
Lilian Romero, experta vial y fundadora de Asotransito, señaló en entrevista concedida a Román Lozinski para el Circuito Éxitos que las motopiruetas siempre estuvieron prohibidas por la ley del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT).
«Toda maniobra que ponga en riesgo la vida de otras personas está prohibida. El problema es que se nombró como deporte nacional, lo que incentivó a jóvenes a practicarlas en las calles», afirmó. Romero destacó que la prohibición no es suficiente: «para reducir los siniestros viales, se necesitan educación, supervisión, controles efectivos y mejoras en la vialidad».
Criticó además las estadísticas utilizadas por el Ministerio Público, basadas en medios de comunicación, y no en los registros del INTT. «Vemos un desorden en cuanto a lo que se está hablando en la vialidad, tanto así que en el Ministerio Público, el Fiscal General tomó como referencia las estadísticas del Observatorio y esas estadísticas no son veraces completamente porque son estadísticas que se toman por los medios de comunicación, las estadísticas las debe tener el INTT, esas son las que se deben haber utilizado».
Por su parte, Jacobo Vidarte, especialista en rescate y autor de manuales sobre siniestros viales, calificó los datos como un «subregistro». «En Venezuela, una persona muere cada seis horas en hechos de tránsito, es decir, unas 15 diarias. Cerca del 80% de la ocupación hospitalaria proviene de lesionados por accidentes, y el 90% de estos casos involucra motorizados», detalló. Vidarte estimó que un 30% de los accidentes no se reportan, especialmente en zonas remotas.
Romero enfatizó la necesidad de que el INTT asuma un rol rector junto con las policías municipales: «Los recursos recaudados por multas deben destinarse a educación vial y mejoras en las vías». También alertó sobre el envejecimiento del parque automotor y la falta de capacitación para conductores y peatones.
La situación expone la urgencia de políticas integrales para frenar la crisis vial, donde las motos, convertidas en «el resuelve de muchos jóvenes», concentran los mayores riesgos.





