(Caracas, 03 de octubre de 2025. Lismar Rebolledo/MundoUR).- Juan Carlos Zambrano, presidente de Asoprogar, explicó que esta fundación nació hace 38 años a partir del compromiso de un grupo de jóvenes y cinco matrimonios con raíces católicas, especialmente influenciados por la pedagogía salesiana de Don Bosco, que siempre tuvo atención especial hacia los niños. La experiencia inicial en Mérida con una fundación Don Bosco llevó a la creación de Asoprogar en Caracas, con la intención de continuar la labor en favor de la niñez.
Zambrano destacó en entrevista concedida a Román Lozinski para el Circuito Éxitos que el programa inicial de Asoprogar se enfocó en la atención de niños entre 4 y 8 años, debido a la capacidad limitada para atender a menores de esa edad. Sin embargo, la situación actual los ha obligado a ampliar el rango, llegando a asistir incluso a bebés de un mes. «No tenemos capacidad para atender a niños especiales, pero cuando aparecen tratamos de derivarlos a instituciones especializadas, aunque hay pocas en Venezuela», señaló.
La fundación ofrece atención integral en casas hogar ubicadas en El Hatillo, la zona rural de Sabaneta y Los Teques. Allí, los niños reciben alimentación, educación y cuidados afectivos, fundamentales para combatir la desnutrición, el maltrato y la violación de sus derechos, consagrados en la ley LOPNA. «En las casas contamos con mamás como las Siervas del Santísimo y las Angustias Recolectas, mujeres que están día y noche cuidando y dando amor», afirmó Zambrano.
Además, Asoprogar cuenta con un amplio equipo multidisciplinario voluntario que incluye trabajadoras sociales, psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos y terapeutas de lenguaje y ocupacional. «No hay dinero que pague esta obra, es una obra de Dios», expresó. Algunos niños permanecen con ellos desde los cuatro años hasta los 18, y el vínculo se mantiene más allá, pues uno de sus jóvenes beneficiados está próximo a graduarse como comunicador social.
