(Caracas, 17 de noviembre de 2025. MundoUR).- El diseño consciente de los espacios puede influir en la calidad de vida de las personas, sobre todo para aquellos con dificultades cognitivas.
Yohany Albornoz, arquitecta, explica que «la neuroarquitectura es el campo de estudio que se encarga de investigar la forma en la que el espacio construido influye en nuestras emociones, en nuestra salud, en nuestro pensamiento, en cómo podemos aprender mejor».
La experta comenta que esto surge de una investigación en la que se comprobó que pacientes en recuperación que tenían una ventana en su habitación con vista al jardín se recuperaban más rápido que los que observaban una pared de ladrillos.
Ya sea por agregar naturaleza, organizar un espacio o señalizarlo correctamente, «en la medida que tenemos un espacio que está organizado, que está limpio, donde nos sentimos seguros, en esa medida nos vamos a sentir mucho mejor en él» explica Albornoz.
«Esto no es solamente un tema de las personas que tengan algún tipo de deficiencia cognitiva, es algo para el bienestar de todas las personas», concluye la arquitecta.










