(Estambul, 25 de diciembre de 2025 – EFE / MundoUR).- Una ley que entra en vigor este jueves y que reduce los tiempos de permanencia en prisión de presos comunes, puede llevar en los próximos días a la liberación de unos 50.000 presos, informa hoy la prensa de Turquía.
La ley, aprobada anoche en el Parlamento y publicada este jueves en el Boletín oficial del Estado, adelanta en tres años el paso de los presos en régimen cerrado a régimen abierto, así como la puesta en libertad de los presos en régimen abierto.
La norma solo se refiere a personas que hayan cometido delitos antes de julio de 2023 y prevé que los reos con condenas menores de 10 años deben haber pasado al menos un mes en la cárcel, periodo que se eleva a tres meses en condenas por encima de los diez años.
Se exceptúan de la ley todas las personas condenadas por delitos relacionados con el terrorismo, el crimen organizado, asesinatos de familiares directos, cónyuge o excónyuge, mujeres y niños, delitos contra la libertad sexual y abuso sexual infantil.
En el debate en el Parlamento anoche se acordó exceptuar también a los condenados por muertes causadas por el derrumbe de un edificio en un terremoto, atendiendo así a la petición de organizaciones de víctimas de terremotos que temían una «amnistía» para los culpables de construcciones defectuosas o ilegales.
Este mismo miércoles, un tribunal condenó a dos constructores y un ingeniero a 15 años de cárcel por la muerte de 32 personas en un edificio derrumbado en la ciudad de Malatya en el terremoto de febrero de 2023, mientras que dos funcionarios municipales recibieron penas de 6 años.
*Lea también: León XIV denunció en Turquía que se ha perdido el respeto por las personas mayores
La justificación jurídica de esta ley es extender a todos los presos el tratamiento del que se beneficiaron unas 100.000 reos, normalmente de condenas cortas, que fueron puestos en libertad de forma anticipada durante la pandemia de la Covid-19 entre 2020 y 2023 para reducir el hacinamiento en las prisiones.
La revista turca Oxijen ha descrito también la ley actual como una «amnistía velada» ante el serio problema de falta de espacio en las cárceles turcas.
La población carcelaria se ha triplicado en los últimos quince años, subiendo de 128.000 personas en 2011 a 383.000 a finales de 2024, según datos oficiales, cuando la población del país solo ha crecido un 17 % en este periodo.
Este corresponde a una media de 484 presos por cada 100.000 personas, más de cuatro veces superior a la media de la Unión Europea.
Según el propio Ministerio de Justicia, las 405 prisiones solo tienen capacidad para 301.000 reos.
Acorde a la organización civil turca CISST, este mes, el número ya alcanza los 433.000 presos, de los que 368.000 cumplen condena, mientras que unos 65.000 se hallan en prisión preventiva.
En los últimos años, los tribunales turcos, a petición de la Fiscalía, decretan con gran frecuencia prisión preventiva incluso para acusados sin riesgo de fuga ni delitos violentos, según denuncian grupos de derechos civiles turcos.





