(Caracas, 8 de septiembre de 2024 – MundoUR).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó que el monseñor Mariano Parra fue designado por el papa Francisco este domingo como nuevo Administrador Apostólico de la Diócesis de Cumaná.
De esta forma, el monseñor Parra; quien es arzobispo emérito de Coro, estará encargado de los destinos de la Diócesis de Cumaná luego de que el monseñor Jesús González de Zárate, quien era el titular en el cargo, pasara a ser el arzobispo de Valencia.
Monseñor Parra nació en Maracaibo, estado Zulia, el 25 de abril de 1947. Cursó estudios de Teología en el Seminario de San Bernardo y en el Colegio Universitario de la Diócesis de Rochester, Nueva York, donde se tituló doctor.
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Fue ordenado sacerdote en Maracaibo el 14 de agosto de 1971 incardinándose en la capital del Zulia y luego pasó a la Diócesis de Cumaná.
Ha desarrollado varios servicios en la Iglesia venezolana:
- Presidente de la Organización de los Seminarios de Venezuela (1979-1981).
- Presidente de la Asociación Venezolana para la Educación Católica (AVEC) (1981-1985-1986-1991).
- Director del Departamento para las Vocaciones y los Ministerios.
- Subsecretario General de la Conferencia Episcopal Venezolana.
- Fue obispo en San Fernando de Apure en 1994, obispo de Ciudad Guayana en 2001 y Arzobispo de Coro en 2016.
De acuerdo con el portal dipublico.org, un administrador apostólico «es una figura dentro de la Iglesia Católica, definida en los artículos 248, párrafo 2, y 312-318 del Código de Derecho Canónico. Este administrador ocupa cargos en diócesis establecidas como unidades administrativas provisionales, a diferencia de las diócesis episcopales que son gestionadas por obispos residentes.»
«Su función principal radica en ser instrumentos de la política vaticana, especialmente en situaciones donde el Vaticano opta por no reconocer los cambios en las fronteras de los Estados. Esto se evidenció después de los Acuerdos de Potsdam en relación con Polonia y el Vaticano. En estas circunstancias, los Administradores Apostólicos se asignan para administrar y mantener la estabilidad en las diócesis, sirviendo como una especie de autoridad provisional en áreas eclesiásticas donde las circunstancias políticas o administrativas requieren una gestión específica y temporal.»
