(Vigo, 29 de septiembre de 2024 – EFE / MundoUR).- Una parada de Vicente Guaita en el tiempo añadido a un disparo del ucraniano Tsygankov y un gol de Iago Aspas en el minuto 80 evitaron que el Girona se reencontrará con la victoria en Balaídos, donde golpeó al Celta con un tanto de Yangel Herrera en el primer tiempo y perdió, por lesión, al centrocampista Oriol Romeu y el defensa Daley Blind.
La apertura del duelo en Balaídos fue trepidante, con tres ocasiones en apenas cinco minutos, un remate de Carlos Domínguez para el Celta y, más peligrosas, un disparo de Yangel Herrera y un cabezazo de Abel Ruiz para el Girona. Fue una buena carta de presentación. Los dos equipos tenían un plan de partido parecido. El Girona se apoderó de la pelota y desde esa posesión contuvo el ímpetu del Celta.
El primer contratiempo para el equipo catalán llegó con la temprana lesión de Oriol Romeu. Sin embargo, y pese a perder una de sus brújulas, el equipo no perdió el control del partido. Siguió apretando, aunque con menos ritmo y escasas llegadas, solo alguna con veneno como una aproximación de Danjuma desde la banda izquierda.
La presión visitante dificultó la salida del Celta, incómodo al no tener un papel más activo. Pero poco a poco el conjunto gallego se fue estirando, subió sus líneas para incomodar al Girona y empezó a buscar los desmarques de Pablo Durán o Alfon, dos de las novedades del revolucionario once titular celeste.
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Hubo un cambio de guion mediada la primera mitad. El Celta pasó a ser el protagonista. Sin crear ocasiones de gol, marcó el ritmo. Tuvo el balón pero le faltó claridad en los metros finales. No tuvo pegada.
El Girona se refugió próximo a su área hasta que cerca del descanso silenció Balaídos con un cabezazo de Yangel Herrera, que se impuso en el salto a Pablo Durán y metió dentro de la portería un gran envío de Blind. Un centro lateral volvió a condenar a la defensa del Celta.
Claudio Giráldez inició el segundo tiempo con la novedad de Hugo Álvarez. El canterano suele dar explosividad, velocidad a su equipo. Lo hizo en una de sus apariciones desde la banda izquierda. Pero sus compañeros continuaban sin tener lucidez en los metros finales.
El choque avanzó sin sobresaltos. El Girona perdió por lesión a Blind, el Celta refrescó su ataque con Douvikas y Williot. El dominio celeste se acrecentó con posesión de la pelota y ocasiones: un cañonazo lejano de Moriba, un tiro desviado de Pablo Durán. El Celta logró encerrar al rival, sin inquietar a Gazzaniga.
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Claudio metió a Aspas. Míchel respondió con un triple cambio para frenar el acoso gallego. Durante diez minutos el Girona revivió. Retomó el control. El Celta se apagó. Y entonces apareció la figura de Aspas en el centro del campo: abrió el juego con un pase largo hacia la banda izquierda de Hugo Álvarez, este conectó con Williot Swedberg, quien acomodó el balón para que Aspas marcase el gol del empate desde la frontal del área con un tiro ajustado. Aspas inició y culminó la acción.
El partido volvió a abrirse en los minutos finales, un ida y vuelta con los equipos tácticamente más descosidos. Un peligroso disparo de Williot alentó a las gradas, que suspiraron al momento con un cabezazo de Solís y un gran remate de Tsygankov que sacó Guaita. Fue un pequeño frenesí final, trepidante pese al cansancio, como había sido la apertura del partido en Balaídos.