(Naciones Unidas, 6 enero de 2024. EFE/MundoUR).- La hambruna que azota varias áreas de Sudán es inminente en Darfur Norte y amenaza con extenderse a medida que aumentan los desplazados por el conflicto, que son 11,5 millones dentro del país y 3,2 millones en el exterior, alertó la ONU este lunes.
Edem Wosornu, la directora de operaciones y defensa de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, expuso esos datos ante el Consejo de Seguridad en nombre del subsecretario general para Asuntos Humanitarios y coordinador de emergencias, Tom Fletcher.
La olvidada crisis de Sudán se remonta a 2003, con el conflicto de Darfur, pero se ha visto agravada con la guerra iniciada en abril de 2023, que ha ocasionado la crisis de desplazamiento más rápida del mundo, con cifras que siguen aumentando, y unas 8,8 millones de personas han quedado ya «desarraigadas», dijo.
Sudán es actualmente el único país con hambruna confirmada, una lacra que afecta especialmente a mujeres, niños y ancianos, y sus principales motores son el conflicto y los desplazamientos forzados, resaltó Wosornu.
La situación en torno a El Fasher y el estado de Darfur Norte es «especialmente catastrófica», sostuvo.
Wosornu aludió a los últimos datos de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF), que indica que existen condiciones de hambruna en cinco áreas, incluyendo los campos de refugiados de Zamzam, Al Salam y Abu Shouk, y en el oeste de las montañas de Nuba.
Ese análisis proyecta, además, cinco ubicaciones en Darfur Norte que pueden sufrir hambruna «entre ahora y mayo», y a las que se suman otras diecisiete áreas «en riesgo», advirtió.
«El hambre y la inanición se están extendiendo por las decisiones que se toman a diario para continuar con esta guerra sin tener en cuenta el costo para los civiles», declaró Wosornu, que pidió al Consejo «presionar a las partes» para el cese de las hostilidades y la apertura de vías a la ayuda humanitaria.
Asimismo, subrayó que el plan humanitario para Sudán necesita en 2025 una cifra de 4.200 millones de dólares para ayudar a 21 millones de personas dentro del país, a los que se suman 1.800 millones para ayudar a otros 5 millones de personas, sobre todo refugiados, en siete países vecinos.
La diplomática destacó que el pasado 25 de diciembre llegaron 28 camiones a Jartum con comida y otros bienes, en lo que supone el mayor convoy de la ONU que logra llegar a la capital desde que comenzó la crisis, gracias a «semanas de negociaciones».
Aún así, advirtió que el acceso a la ayuda humanitaria es limitado y que dentro de Darfur las ONG se ven sujetas a nuevas imposiciones, como inspecciones de camiones dirigidos a áreas de conflicto en el norte de Darfur, que crean nuevos cuellos de botella.
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