(Caracas, 17 de marzo de 2025. Redacción Sinaid Garcés).- La guerra de aranceles representa un desafío complejo para América Latina, con potenciales beneficios y consecuencias que varían según la estrategia adoptada por cada país. Si bien la imposición de aranceles puede generar tensiones comerciales y afectar negativamente las exportaciones regionales, también abre oportunidades para diversificar mercados y fortalecer la producción local.
La abogada y especialista en negocios y finanzas internacionales, Sasha Cacurri, señaló en una entrevista para el espacio Agenda Éxitos, que la clave reside en una estrategia bien estructurada y que permita la apertura de nuevos mercados de importación, aunque este sea un proceso gradual.
Países con economías más diversificadas y una mayor capacidad de adaptación podrían aprovechar estas circunstancias para impulsar su desarrollo industrial y reducir su dependencia de los mercados tradicionales.
«Lo primero que hay que tener en cuenta es que sí es favorable, pero que va a haber un lapso el cual ese país vea afectado su flujo comercial», mencionó.
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