(Bucarest, 4 de junio de 2025 – EFE / MundoUR).- Rumanía lleva años comiendo una pizza grande pero pagando por una mediana. De esa forma ha explicado este miércoles el presidente rumano, Nicuros Dan, el descontrolado déficit y la necesidad, advirtió, de recortar el gasto público.
«Durante años hemos pagado una pizza mediana y hemos comido una grande. Esa es la analogía y, por supuesto, alguien tiene que pagar por esta diferencia», subrayó Dan, que ganó las elecciones presidenciales el pasado día 18 frente al ultranacionalista George Simion.
«El gasto público aumentó mucho más de lo que Rumanía podía permitirse, a pesar de que obviamente existe una necesidad de desarrollo; necesitamos construir carreteras. El gasto público aumentó demasiado en comparación con el porcentaje del PIB y ahora debemos ajustarnos», adelantó.
Rumanía tiene el mayor déficit presupuestario de la Unión Europea, un 9,3 % del Producto Interior Bruto (PIB). El país se ha comprometido con la Comisión Europea a reducir el déficit al 7 % este año y al 3 % en 2030.
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Sin embargo, los datos de los primeros meses del plan de ajuste fiscal muestran solo una ligera reducción en comparación con 2024.
En ese sentido, Dan reconoció que el Estado no ha cumplido hasta ahora con su compromiso pero prometió que el país lo hará.
Rumanía debe enviar a Bruselas lo antes posible un plan de medidas concretas para reducir el déficit presupuestario.
Pero para esto es necesario un consenso político y la formación de un nuevo Gobierno.
Algunas de las vías de ahorro es eliminar las bonificaciones y aumentos salariales a los funcionarios, suprimir los llamados cheques vacacionales o reducir las pagas extraordinarias de Navidad y Semana Santa.
Se espera que la próxima semana esté listo un primer borrador del programa de gobierno a partir del que se negocie las negociaciones para formar un nuevo Ejecutivo, en el que Dan quiere que estén los cuatro partidos proeuropeos: el socialdemócrata PSD, el PNL (liberal), el USR (centristas ) y la UDMR (la minoría húngara).
