(Caracas, 25 de septiembre de 2025. Lismar Rebolledo/MundoUR).- Mariano Herrera, PhD en Educación y especialista en políticas públicas educativas, destacó que la función principal de las tareas escolares es reforzar el aprendizaje a través de la práctica constante. Herrera explicó que lo que antes se llamaba “ejercicios” sirve para evitar el olvido de lo aprendido durante el día y para preparar al estudiante para el siguiente tema. Según él, el aprendizaje sólo se consolida en la memoria a largo plazo si se practica, refuerza y evoca el conocimiento, y esto no ocurre con una hora diaria de clases en la que se cambian constantemente de temas.
Herrera destacó que la memoria a largo plazo es fundamental y que «si no hay conocimiento conservado en la memoria a largo plazo no existe el aprendizaje». Subrayó que el aprendizaje no se consolida con una hora de clase por día y cambiar de tema continuamente; es imprescindible «practicar, reforzar, evocar», como lo demuestran «las investigaciones de la psicología cognitiva, incluso con las novedades que hay en la neurociencia educativa».
Respecto a la realidad en Venezuela, señaló que «las prioridades en las circunstancias venezolanas son apremiantes y lo que hay es poco tiempo para el aprendizaje porque hay poco tiempo en las escuelas, por varias razones, entre ellas el horario mosaico y otras muchos más». Por ello, sostiene que «cuando hay poco horario de clase es bueno que algo la sustituya» y que la escuela debe «organizarse de manera estructurada en algunas actividades que complementen el aula de clase».
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Finalmente, Herrera criticó que hoy en día en Venezuela se debata si las tareas son buenas o malas, considerando que el Ministerio afirmó que las tareas generaban violencia en el hogar. Él afirma que no existe ningún estudio internacional que corrobore esa afirmación y aclaró que, aunque hay violencia familiar, ésta no es causada por las tareas, sino que responde a condiciones internas complejas de las familias.
En conclusión, Herrera sostiene que las tareas son una herramienta vital para consolidar el aprendizaje a largo plazo, especialmente ante las limitadas horas escolares y condiciones desafiantes del contexto venezolano.
