(Ciudad del Vaticano, 13 de diciembre de 2025 – EFE / MundoUR).- El papa León XIV pidió este sábado que se mantenga viva la tradición de poner el belén en Navidad, en un mundo «que necesita desesperadamente mantener la esperanza».
«El belén, queridos, es una señal importante: nos recuerda que formamos parte de una maravillosa aventura de salvación en la que nunca estamos solos», dijo el papa al recibir a los organizadores del belén viviente que se representará este sábado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Y agregó: «Difundan este mensaje y mantengan viva esta tradición. Son un regalo de luz para nuestro mundo, que necesita desesperadamente mantener la esperanza».
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Recordó que el primero en representar el Nacimiento de Jesús fue San Francisco, en 1223.
«Desde entonces, la costumbre de representar de diversas maneras la Natividad del Señor, del Dios que viene sin armas, sin fuerza, (…) para vencer el orgullo, la violencia y el afán de posesión del hombre (…) y guiarnos a nuestra verdadera identidad, se ha extendido por todo el mundo», afirmó León XIV citando una catequesis del papa Joseph Ratzinger.
«Es precisamente así: desde la gruta de Belén, donde se encuentran María, José y el Niño en su desarmante pobreza, nos ponemos en camino de nuevo para comenzar una nueva vida siguiendo los pasos de Cristo», agregó León XIV que inicia la que será su primera Navidad con pontífice.
León XIV pidió a la feligresía ser agentes de diálogo
Posteriormente, León XIV pidió a los diplomáticos que sean hombres y mujeres de diálogo «para preservar y promover la paz» al recibirlos en el aula Pablo VI con motivo del Jubileo dedicado a la diplomacia italiana.
«En un contexto internacional marcado por el abuso y el conflicto, recordemos que lo opuesto al diálogo no es el silencio, sino la ofensa. Donde el silencio nos abre a la escucha y acoge la voz de quienes nos preceden, la ofensa es un ataque verbal, una guerra de palabras armada con mentiras, propaganda e hipocresía», dijo el papa a los diplomáticos italianos encabezados por el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani.
Por ello les pidió compromiso para «desarmar proclamaciones y discursos, cultivando no solo su belleza y precisión, sino sobre todo su honestidad y prudencia».
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«Quien sabe qué decir no necesita muchas palabras, sino solo las adecuadas: practiquemos, por tanto, compartir palabras que hagan el bien, elegir palabras que construyan la comprensión, dar testimonio de palabras que corrijan los errores y perdonen las ofensas. Quien se cansa del diálogo se cansa de esperar la paz», añadió.
Y entonces citó el llamamiento que San Pablo VI dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas hace exactamente sesenta años: «¡No más guerra, no más guerra! ¡La paz, la paz debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad!.
«La paz es el bien definitivo y eterno que deseamos para todos» y «para preservar y promover la verdadera paz, sed, pues, hombres y mujeres de diálogo, sabios en la lectura de los signos de los tiempos según el código del humanismo cristiano que sustenta la cultura italiana y europea», agregó el pontífice estadounidense.
Explicó la necesidad de que en la diplomacia trabajen «sólo quienes realmente esperan, buscan y apoyan siempre el diálogo entre las partes, confiando en la comprensión mutua incluso ante las dificultades y tensiones».





