MADRID.- La legislatura española, inaugurada este lunes por Felipe VI, se presenta como un período de equilibrios políticos complicados en un Parlamento muy fragmentado, con un Gobierno de coalición de izquierdas que necesita el apoyo de otros partidos y afronta las presiones de las fuerzas independentistas.
En este ambiente, el rey pidió hoy una legislatura de acuerdos y pactos basados en la Constitución y mantener la concordia, la reconciliación y el entendimiento de la Transición democrática, hace cuatro décadas.
«España no puede ser de unos contra otros», sino «de todos y para todos», resaltó en la sesión de apertura solemne del nuevo período parlamentario, a la que no asistieron los diputados independentistas catalanes, vascos y gallegos porque rechazan la monarquía.
GOBIERNO EN MINORÍA
Después de las elecciones del 10 de noviembre de 2019, el líder socialista español, Pedro Sánchez, consiguió que el Congreso lo eligiera jefe del Ejecutivo el 7 de enero gracias a un acuerdo de gobierno con Unidas Podemos (UP, izquierda), el apoyo de pequeños partidos y la abstención de algunos independentistas catalanes y vascos.
Sánchez formó un gabinete con mayoría de ministros socialistas y algunos de UP, pero gobierna en minoría.
El Partido Socialista (PSOE) obtuvo 120 de los 350 diputados del Congreso en las últimas elecciones y UP consiguió 35 (suman 155), en tanto que la mayoría absoluta del Congreso es de 176 al menos.
Por eso Sánchez tuvo que negociar, además, con un puñado de partidos minoritarios para lograr su voto favorable o al menos la abstención en la votación de su investidura como presidente del Gobierno.
Entre los que se abstuvieron está ERC (13 diputados), un partido republicano de izquierda que forma parte del gobierno de coalición independentista de la región autónoma de Cataluña.
«MESA DE DIÁLOGO»
En las negociaciones con ERC, el PSOE reconoció que existe un «conflicto político» en Cataluña, en alusión a las tensiones independentistas, y acordó una «mesa de diálogo» entre el Ejecutivo de España y el gobierno regional para resolverlo, que todavía no ha sido convocada.
Sánchez se reunirá el 6 de febrero en Barcelona con el presidente autonómico de Cataluña, Quim Torra (del grupo independentista JxCat), que quiere hablar del «derecho autodeterminación» (no existe en la Constitución española) y de «amnistía» para los condenados a prisión por el proceso secesionista ilegal de 2017.
La aprobación parlamentaria de los Presupuestos del Estado de 2020 (siguen prorrogados los de 2018) y la legislatura, en definitiva, pueden depender del resultado de las conversaciones con el independentismo político catalán.
Su unidad, sin embargo, se ha fracturado porque Torra (JxCat) responsabiliza a ERC de consentir que él perdiera la condición de diputado regional catalán tras ser inhabilitado por desobediencia al permitir símbolos independentistas en edificios institucionales en campaña electoral.
EFE/SPLL