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Pandemia, pilar social y política externa, ejes de la presidencia portuguesa

(Lisboa, 23 diciembre, 2020).- La respuesta a la pandemia y la crisis que ha provocado, el impulso del pilar social y el relanzamiento de la política exterior serán los ejes de la presidencia portuguesa de la Unión Europea (UE) que empieza el 1 de enero, tras tomar el relevo de Alemania.

El último empujón de la canciller alemana, Angela Merkel, para superar el veto de Hungría y Polonia le ha ahorrado muchos dolores de cabeza al primer ministro portugués, el socialista António Costa, que tendrá ahora que poner sobre el terreno las decisiones adoptadas en el semestre anterior.

Será «tempo de agir» («tiempo de actuar»), como reza el lema de la presidencia portuguesa, durante la cual deberán concluir los trabajos de reglamentación para ejecutar los fondos del plan de recuperación y del presupuesto para el período 2021-2027, un paquete global de 1,8 billones de euros.

Y no tiene por qué ser fácil. «El diablo está en los detalles», señala a Efe el vicepresidente del Instituto Europeo de la Facultad de Derecho de Lisboa, Nuno Cunha Rodrigues, que recuerda que la propuesta de reglamento recientemente acordada tiene que ser todavía formalmente refrendada por el Consejo.

También es necesario que, antes de finales de abril, cada país apruebe su plan nacional de recuperación y resiliencia.

LA DIMENSIÓN SOCIAL DE EUROPA

Portugal continuará las líneas de actuación europeas para impulsar la economía digital -se acaban de presentar las futuras leyes de servicios digitales y mercados digitales- y la transición ecológica, pero durante su presidencia quiere darle un especial empujón al pilar social.

El combate a las desigualdades, al desempleo, a la pobreza y a la exclusión estarán en el centro de la Cumbre Social prevista para mayo en la ciudad de Oporto, que también acogerá un Consejo Europeo informal para aprobar una declaración vinculante sobre el pilar social.

«El Gobierno de Portugal quiere darle una preocupación social a la Unión Europea», señala Cunha Rodrigues, que recuerda que el país «fue afectado por una dimensión excesivamente económica de la Unión Europea», con el cumplimiento del pacto de estabilidad y crecimiento y las medidas de la troika tras la crisis de 2010.

También está pendiente el pacto migratorio, que este año ha quedado un poco olvidado debido a la pandemia, aunque sin grandes expectativas de que pueda quedar cerrado en apenas seis meses.

Portugal, que no se ha visto tan afectado por la migración como algunos de sus vecinos pero que siempre se ha posicionado a favor de la solidaridad europea ante este fenómeno, intentará dar un impulso a las negociaciones en una cita que prepara para reunir a los ministros del Interior y de Exteriores de los 27.

ABRIR EUROPA AL MUNDO

Lisboa también pretende relanzar la política externa del bloque, que ha sufrido cierta paralización debido al coronavirus, y aprovechar las relaciones históricas que le unen con países de casi todos los rincones para abrir Europa al mundo.

«Es un país pequeño en tamaño y población, pero en presencia internacional es grande», asegura el vicepresidente del Instituto Europeo, que defiende el «prestigio» de la diplomacia lusa, que entre otros hitos puede presumir de tener a un portugués -António Guterres- al frente de Naciones Unidas.

En su estrategia exterior, la joya de la corona -en palabras del propio Costa- será la cumbre con la India, un país con el que Portugal guarda lazos debido a la excolonia de Goa y con el que la UE negocia un acuerdo comercial.

Portugal quiere aprovechar igualmente sus lazos históricos para reforzar el diálogo con África, una región con la que ya organizó una cumbre durante la presidencia del 2000, que supuso la primera cita de este tipo entre la UE y el continente africano.

Al otro lado del Atlántico, no se dejarán de lado las relaciones con Latinoamérica y también será crucial la llegada de Joe Biden, que dará pie a un nuevo rumbo en las relaciones entre Estados Unidos y la UE tras las tensiones vividas durante la presidencia de Donald Trump.

¿Y EL BREXIT?

Aunque las negociaciones con el Reino Unido no son competencia de la presidencia del Consejo de la UE, el Brexit y el corolario de lo que ocurra en estos últimos días del año también va a marcar el semestre portugués.

La UE ya tiene a punto las medidas de contingencia que se aplicarán si no hay acuerdo para evitar una paralización en áreas como los transportes durante el inicio de 2021, o incluso podría darse el caso de que un acuerdo tardío obligase a cerrar los últimos flecos durante los primeros días de enero.

Sea cual sea el escenario final, si algo puede aportar Portugal con los siglos de relaciones históricas que acumula con Reino Unido, ya que ambos países están unidos por la alianza diplomática más antigua del mundo, que viene del siglo XIV.

«Y hay una especial sensibilidad de Portugal, más allá de la historia, sobre Reino Unido», refiere a Efe el economista de la Universidad de Coimbra José Reis, que recuerda que miles de británicos tienen segundas residencias en el país luso.

Por ello, cree que debería aprovechar esos lazos en una apuesta por «la tolerancia, la comprensión y la cooperación» que pueda ayudar a cerrar el Brexit.

La presidencia portuguesa dará inicio el 1 de enero y, después de 6 meses, le pasará el testigo a Eslovenia, que cerrará el trío iniciado por Alemania.

EFE

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