La Arquidiócesis de Caracas denunció el viernes 21 de abril a través de las redes sociales que hay una persona, identificada como Héctor Márquez, que presuntamente está oficiando misas, bautizos y bodas en el Club Campestre Los Cortijos en el municipio Sucre del Estado Miranda.
El organismo eclesiástico indicó que Márquez «no es sacerdote ni diácono» y que también celebra oficios religiosos en otros salones de fiesta.
Detalla que la Cancillería de la Arquidiócesis de Caracas recuerda que, por órdenes del arzobispo de la ciudad, cardenal Baltazar Porras, está expresamente prohibido que los sacerdotes se trasladen a casas de fiesta o clubes para celebrar cualquier sacramento.
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Por ello, el canciller de dicha Arquidiócesis, presbítero Antonio Abeijón, exhortó a los párrocos a escribir una carta y enviarla a todos los lugares como salones de fiesta, clubes y otros, en donde se recuerde que la prohibición para hacer este tipo de actos y que informen a la vez a las comunidades.
El caso de la persona que se hace pasar como sacerdote no es el primero que ocurre recientemente en el país. Si bien no se refiere a labores religiosas, sí se han conocido casos de manera oficial de personas que usurpan funciones de médicos y odontólogos en el país; perjudicando a la población en general.
La Fiscalía informó en mayo de 2022 que tres personas en el estado Lara fueron detenidas e imputadas por la presunta comisión de los delitos de ejercicio ilegal de la odontología, intrusismo y estafa continuada.
En ese momento, el fiscal general, Tarek William Saab, anunció en su cuenta de Twitter que uno de los detenidos fue identificado como Luis Emilio Petit, quien realizaba de «manera ilegal» labores odontológicas en un local del estado Lara llamado Laboratorio Delta Isis.
