(Nueva York, 12 de octubre de 2023 – EFE / MundoUR).- La red social X (antes Twitter) ha «eliminado o etiquetado decenas de miles» de mensajes sobre el conflicto entre el grupo islamista Hamás e Israel y también ha eliminado «cientos» de cuentas vinculadas a Hamás, indicó este jueves la principal ejecutiva de la empresa, Linda Yaccarino.
Yaccarino publicó en su cuenta de la red social la carta con la que respondió ayer al reclamo de la Comisión Europea al propietario de X, Elon Musk, sobre las medidas que estaba tomando para eliminar el contenido terrorista y la información falsa que según Bruselas circula en la plataforma.
«No hay espacio en X para organizaciones terroristas o grupos extremistas violentos y seguimos eliminando estas cuentas en tiempo real, lo que incluye esfuerzos proactivos», dijo la ejecutiva, que ha «redistribuido recursos y reenfocado equipos internos» para esta labor.
Everyday we're reminded of our global responsibility to protect the public conversation by ensuring everyone has access to real-time information and safeguarding the platform for all our users. In response to the recent terrorist attack on Israel by Hamas, we've redistributed… https://t.co/VR2rsK0J9K
— Linda Yaccarino (@lindayaX) October 12, 2023
Además de eliminar miles de mensajes, X ha eliminado «cientos» de cuentas afiliadas a Hamás de acuerdo a sus políticas contra entidades violentas, agregó.
También aseguró que la plataforma elimina «contenido ilegal, incluyendo contenido terrorista», de acuerdo con sus políticas internas, y en cuanto a aquellos contenidos que son «dañinos pero no ilegales», incluye un aviso que «limita» el alcance de las publicaciones.
Yaccarino señaló que unas 700 «notas comunitarias» están añadiendo contexto a multitud de contenidos en X sobre el conflicto, y otras 5.000 notas acompañan con contexto específicamente a imágenes y vídeos muy compartidos.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, que el martes publicó la carta que envió a Musk, dijo estar analizando esta respuesta antes de decidir si abre una investigación, que en último término podría acabar en una multa a la empresa de hasta el 6 % de su facturación anual a nivel mundial.