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jueves, abril 18, 2024

Holanda, líder en derechos LGTB, todavía sin ilegalizar las "curas" de gays

LA HAYA.- Países Bajos, considerado uno de los líderes en derechos de las personas LGTB tras ser el primer país del mundo en legalizar en 2001 el matrimonio entre personas del mismo sexo, aún debate si ilegalizar las «terapias para curar la homosexualidad», que ofrecen al menos 15 «sanadores» y grupos en el país.

Una investigación publicada esta semana por el Ministerio de Sanidad localizó al menos ese número de terapeutas y organizaciones que intentan «curar» la homosexualidad en diferentes puntos de Países Bajos, aunque subraya que estos «sanadores» tratan de ocultar sus objetivos y no venden directamente sus «servicios» como terapias de reorientación sexual.

El Parlamento instó en mayo del año pasado al Ejecutivo a llevar a cabo esta investigación porque consideró que esta cuestión es motivo de preocupación entre lesbianas, gays, trasexuales y bisexuales (LGTB) por la amenaza que suponen a los más «jóvenes y vulnerables», pues están particularmente expuestos a estas «terapias».

Solo la ultraderecha de Geert Wilders (PVV) y la de Foro para la Democracia (FvD), junto con Llamada Democristiana (CDA), Unión Cristiana (CU), y el partido calvinista ortodoxo (SGP) votaron en contra de la petición de prohibir estas terapias.

Los progresistas consideran que deberían convertirse en una violación específica del código penal, pero el Ejecutivo todavía no ha presentado un proyecto de ley al respecto y estudia si es «legal» imponer una prohibición, mientras espera a la segunda parte de la investigación, que se prevé que se complete este verano.
La investigación se basa en encuestas entre grupos LGTB y comunidades religiosas, pero también en entrevistas con personas homosexuales que se han sometido a «terapias de reorientación sexual».
El estudio preliminar concluye que estas sesiones apenas se administran a los menores de edad y, según los expertos, como la homosexualidad no se acepta «de ninguna manera» en algunos círculos religiosos, los más jóvenes tratan primero de ocultar o combatir esos sentimientos durante el mayor tiempo posible, pensando que es «una fase pasajera» y que puedan «convertirse» en heterosexuales.
Para cuando ya no pueden negar sus sentimientos y su orientación sexual, generalmente tienen alrededor de los veinte años o más, creen los investigadores.
Anton van Wijk, del Bureau Beke, uno de los encargados del estudio, explicó a la televisión holandesa NOS que estas «terapias son muy diversas», puesto que incluyen «sesiones con un terapeuta, como un psicólogo, lo que supone varias citas individuales cara a cara y requiere mucho tiempo, pero también hay una conversación única con un pastor, o un rezo presentado como servicio de curación».
Estas sesiones han demostrado provocar «un daño psicológico con graves consecuencias» entre las víctimas y se dan particularmente en comunidades religiosas ortodoxas en Países Bajos, incluidas la iglesia evangélica, los pentecostales, o dentro de las vertientes conservadoras del islam y el judaísmo.
Los que están detrás de estas actividades también organizan campamentos, seminarios y talleres destinados a «remediar» la homosexualidad. Los investigadores localizaron a 68 personas que fueron objeto de estas «terapias curativas» durante el último año, y sospechan que estos casos son «solo la punta del iceberg».
Según el estudio, ninguna de esas personas ve ahora «de forma positiva» los intentos de cambiar de identidad sexual y todos ellos «experimentaron problemas en todos los sentidos, porque en realidad se negaban a sí mismos», y sufren o han sufrido depresión, pensamientos suicidas, problemas alimenticios, problemas sexuales y un sentimiento de soledad.
Uno de los participantes en la encuesta no considera que ilegalizar estas terapias vaya a impedir que sigan teniendo lugar porque su contenido es «fácil de disfrazar, se puede llamar tratamiento de la depresión y ya no sería ilegal», y lamentó que «es cierto que en muchos casos son las propias víctimas las que acuden a ellos» para «renunciar» a la homosexualidad.
«Ese también fue mi caso. Por eso, me temo que en la práctica no sería más que una legislación simbólica», subrayó, desde el anonimato.
En un comunicado, la organización holandesa para los derechos LGTB (COC), el grupo más antiguo que existe para derechos de los homosexuales, urgió al Gobierno de Mark Rutte a introducir una ilegalización de estas terapias y advirtió de las «graves consecuencias» que sufren las personas que se someten a estas sesiones de sanación.
«Que tu homosexualidad pueda ser curada es un mito, estás bien tal y como eres. Está claro que este tipo de charlatanería todavía existe en Países Bajos, y también se ha establecido la gravedad de las consecuencias que tienen en las víctimas, ahora corresponde a los políticos prohibir de inmediato estas prácticas», añadió.
EFE

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