(Caracas, 23 de marzo, 2021).- Carmen López de Bastidas, primera y única maestra ronera certificada en Venezuela aseguró que se enamoró de los olores de la destilería Carúpano desde que llegó.
Comentó, en la sección Mi Primer Sueldo, que su primer salario fue como de 900 bolívares como analista en un laboratorio de calidad en una empresa almena en Caracas.
«Eso alcanzaba para todo, me vestía muy bien, pagaba mi residencia, le compraba regalos a mi mamá y tenía un estatus muy aceptable con el sueldo que tenía» acotó.
La oriunda de Carúpano, contó su recorrido laboral que la llevó hasta el Complejo Químico de Oriente, donde conoció a quien la llevaría a su trabajo actual.
«Llevo 31 años en la destilería y amo lo que hago, y cuando lo sientes así, no te limitas» señaló.
Resaltó que al llegar, cambió la forma de trabajo de los hombres para luego convertirse en «una más de ellos», para que más adelante, con trabajo y perseverancia, llegara a ser una de las 4 maestras roneras del mundo.
«Todos los productos de la destilería tienen mi sello. Cuando llegué todo se hacía de forma artesanal, sin formulas, tuve que crearlas» indicó.
Concluyó que los productos de la destilería Carúpano identifican hoy a Venezuela, además de llevarla a una posición muy privilegiada en la industria ronera.
