El legado de Jacinto Convit en la lucha contra el cáncer

(Caracas, 4 de febrero, 2022) En conmemoración al Día Mundial de la Lucha con el Cáncer, la licenciada Katiuska Huerta especialista del área educativa y social de la Fundación Jacinto Convit aclaró que «la institución continua la investigación de la enfermedad, deseando aportar grandes avances».

«Justamente en un día como hoy se conmemora la lucha contra el cáncer, uno de los legados que el Dr. Convit nos deja es este estudio»

Katiuska Huerta, miembro de la Fundación Jacinto Convit, recordó que «a lo largo de su carrera, el doctor que desarrollo la vacuna contra la lepra, estudió el sistema inmune, enfocándose después en los estudios de cáncer, específicamente en el cáncer de mamas».

Asimismo, Huerta explicó que la propuesta de inmunoterapia del Dr. Convit inició en el 2006 con la publicación de un primer estudio, que fue ampliado en el 2008, y luego de su fallecimiento, la fundación continúa con su desarrollo en la Unidad Experimental de Inmunoterapia.

Premio Nobel de Medicina

La representante de la Fundación Jacinto Convit, Katiuska Huerta relató que el icónico doctor «soñaba con ser doctor desde niño y trabajo muy duro en función a eso».

A la edad de 19 años, Jacinto Convit inició sus estudios en la UCV, siendo invitado en su quinto año por los pioneros de los estudios en lepra en el país, Martín Vegas y Carlos Gil Yepez, a su primer contacto con 1200 pacientes en un espacio pensado para 400.

«Esta visita cambió su vida para siempre», agregó Huerta.

«Convit decidió dedicar su vida al bienestar de los pacientes con lepra, aparte a una meta social, el estigma de educar a la población».

Desde el punto de vista humanista, él le agregó a la medicina con gran ímpetu que «el enfermo, de cualquier enfermedad, si estaba solo, era aún más importante la afección», destacó la licenciada.

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Huerta contó que «en la década de los 60 Convit ubicó en uno de los reservorios de Estados Unidos la conexión del armadillo con la enfermedad, teniendo presente que en la zona llanera había un gran consumo del armadillo sabanero, y pudo desarrollar la vacuna terapéutica«

En 1988 el doctor Jacinto Convit fue nominado al Premio Nobel de Medicina por el desarrollo tan importante de la vacuna.

«su obra trascendió muchísimo en el mundo, sobre todo en países como India y Brasil que tenían un alto porcentaje de contagios de lepra», señaló Katiuska Huerta.

«Venezuela estaba en la vanguardia y era innovador en esta enfermedad en particular», refirió

Convit falleció el 12 de mayo de 2014 y desde entonces la ONG sigue trabajando «gracias al aporte de empresas privadas y asociaciones civiles».