(Maracay, 07 de noviembre de 2022. Redacción: Andrea Rocha) Enamorada… así quedó la cantante española Natalia Jiménez con el público que la aclamó ayer en el Teatro de la Ópera de Maracay.
“Sois un auditorio de 800 personas que gritan como si fuesen 100 mil”, dijo visiblemente emocionada la cantante que confesó ser una persona más feliz desde que canta el género de la música regional mexicana. “Quiero regresar mañana a Maracay. Quiero volver siempre”.
El espectáculo que se realizó en íntimo, tras un cambio de locación que lo llevó de la Concha Acústica al TOM, se dividió en tres tiempos. Uno en el que la cantante se paseó por sus primeros éxitos. El segundo en el que destacó las colaboraciones que ha realizado con grandes intérpretes como Franco De Vita, Ricky Martin y Juan Gabriel.
En el tercer bloque, Jiménez lució radiante, ataviada con un muy moderno atuendo de princesa charra, para interpretar los éxitos de siempre de la música regional mexicana. Género que deja a la interprete hacer gala de la potencia de su voz.
Este fue un evento producido por la empresa MProShow y Walid Rahaman, quienes aseguraron haber sorteado un gran número de obstáculos para traer por primera vez a la cantante a Maracay.
En el espectáculo, Natalia Jiménez estuvo antecedida por el violinista aragüeño Ernesto Molina, que calentó los motores de una audiencia que hizo temblar al TOM con el estruendoso rugido que solo los fanáticos pueden lograr.
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