BERLÍN.- Las restricciones que rigen en Alemania en la lucha contra la pandemia son menores que en la mayoría de los otros países -una excepción es Suecia- y una de las libertades que existe es la de salir a correr, lo que ha sido ampliamente aprovechado como se puede comprobar en cualquier parque.
«La gente tiene ahora más tiempo libre, además los gimnasios están cerrados. Tengo la impresión de que ahora hay más gente que corre», dijo el vicepresidente del la Federación Alemana de Atletismo (DLV), Mathias Reick en declaraciones publicadas por el diario «Frankfurter Allgemeine».
«Alemania va a estar más en forma después de la crisis. Nunca había visto a tanta gente corriendo», aseguró, por su parte, el fondista Oliver Stoll en declaraciones al programa de televisión «Sportschau».
La gente corre, de momento, sin objetivos precisos ya que las competiciones populares están todas canceladas. Es posible que haya mucha gente que hasta ahora, en medio de la pandemia, haya decidido empezar a correr.
La acumulación que hay en los parques y en las riveras de los ríos a determinadas horas del día hace muy difícil seguir la recomendación básica de mantener una distancia de entre 1,5 y 2,0 metros ante otras personas.
Para ello, muchos recurren a rodeos aparatosos, se desvían de los caminos a los prados o hacen súbitos cambios de ritmo según las necesidades del momento.
Se calcula que en Alemania hay entre 17 y 18 millones de atletas aficionados que no sólo se entrenan cada semana, sino que en tiempos normales corren a lo largo del año algunas competiciones que van desde relevos de 5×5 kilómetros, una modalidad bastante popular, hasta el maratón, pasando por distancias intermedias.
La pandemia se ha llevado por delante las competiciones -la más popular de todas, el maratón de Berlín que debía correrse el 27 de septiembre ya ha sido cancelada- pero la gente sigue corriendo.
La edición alemana de la revista «Runners World» ha hecho una separata especial sobre la pandemia y en ella se incluye un artículo titulado «Correr en tiempos del coronavirus».
La primera recomendación es correr solo o con un compañero o compañera de entrenamiento con quien se viva bajo el mismo techo.
Lo segundo, más difícil, es buscar trayectos alternativos a los populares y donde no haya suficiente espacio. Un bosque, en ese sentido, es mejor que un parque en la mitad de una ciudad.
La revista, por otra parte, insiste en que, incluso en tiempos de la pandemia, correr es una actividad saludable.
«Quien corre, dice el artículo, no sólo entrena el sistema cardiaco y respiratorio sino además fortalece el sistema inmunológico».
Pese a ello, es necesario no exagerar. Aquel que se pasa con la intensidad o con la extensión de los entrenamientos puede verse confrontado con efectos negativos, no sólo desde el punto de vista ortopédico sino también en lo relativo al sistema inmunológico.
Al margen de las razones orgánicas que hacen recomendable correr hay razones psicológicas que acaso sean incluso más importantes.
Correr puede dar una sensación de libertad, importante en tiempos de encierro absoluto o relativo, las ideas se hacen más ligeras y empiezan a dar vueltas por la cabeza, la imaginación se delata.
«Una ronda en un parque puede ser el mejor momento de la semana para despejar la cabeza, aclarar ideas o sencillamente olvidarse de las malas noticias», escribió el atleta Carsten Eich en la web laufen.de
Queda faltando, sin embargo, la falta de un objetivo a corto o mediano plazo. El salir a correr tiene, de momento, que ser algo que justifique por sí solo.
Incluso el virólogo Christian Drosten, uno de los más consultados en Alemania a propósito de la evolución de la pandemia, suele referirse en su videocolumna en la Televisión del Norte de Alemania (NDR) a las rondas que corre actualmente en los parques de Berlín.
«Es imposible que no esté bien hacer lo mismo que hace Drosten». decía un artículo reciente del semanario «Die Zeit».
EFE
Correr en tiempos de virus, libertades alemanas en pandemia
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