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jueves, abril 25, 2024

Tímida reapertura entre mascarillas de comercios y peluquerías en Portugal

LISBOA.- Portugal inauguró hoy la primera fase de su desescalada, que permite abrir pequeños comercios, peluquerías y librerías, entre medidas reforzadas de higiene para dar garantías a los ciudadanos, que han acudido tímidamente y con mascarillas apenas a echar un vistazo.
Zapaterías, tiendas de ropa, establecimientos de accesorios móviles y alguna relojería han levantado hoy la persiana en el centro de Lisboa, donde antes de que llegara el coronavirus la actividad era efervescente, pero ahora, con un balance de 1.063 muertos y 25.524 contagiados, cuesta encontrar clientes.
Ataviados con mascarillas y algunos, incluso, con viseras, los comerciantes han dedicado la mañana a pulir los escaparates y reorganizar el muestrario, sustituyendo, por ejemplo, el calzado de invierno por sandalias y zapatos abiertos.
La actividad comenzaba poco después de las 10 de mañana, para alrededor del mediodía, con los trabajos de limpieza ya avanzados, empezar a esperar a posibles clientes.
Era la primera apertura, una vez concluido este sábado el estado de emergencia para dar paso al estado de calamidad, durante el que se irán relajando progresivamente las restricciones con algunas medidas de seguridad, como la obligación de portar mascarillas en espacios cerrados y en los transportes, con dos tercios de aforo.
También se pide no tocar los objetos de las tiendas si no es imprescindible y solicitar en su lugar a algún trabajador del establecimiento que lo haga.
Las normas se han cumplido de forma generalizada en la primera jornada de desescalada, en la que los ciudadanos han mostrado timidez para ir de compras, con la única excepción de una tradicional tienda de venta de telas en el centro de Lisboa, donde una decena de personas esperaba para comprar material.
También se ha registrado alguna espera a las puertas de barberías y peluquerías, que hoy no daban abasto atendiendo pedidos de citas al teléfono.
Con todo, aún hay pocas personas en la calle, en parte porque se mantiene el teletrabajo para quien pueda hacerlo durante todo mayo, y también por el cumplimiento del «deber de recogimiento cívico» pedido por el Gobierno del socialista António Costa durante el tiempo que dure el estado de calamidad.
Implica este llamado que se salga sólo para lo imprescindible, lo que no ha impedido a tiendas de accesorios como bolsos y maletas abrir también a pesar de prácticamente no recibir visitas de ciudadanos, que hoy siguen concentrando sus salidas para trámites en entidades bancarias o compras en panaderías.
También hay calma en las librerías, otro de los establecimientos que podrían abrir hoy, en algunas osadas tiendas de «souvenirs» que vuelven a su rutina aunque no haya turistas, y en el transporte público, donde los usuarios han portado mascarillas sin que la policía haya registrado apenas incidentes.
El plan del Gobierno es iniciar la segunda fase de la desescalada a partir del 18 de mayo, y la última el 1 de junio, aunque ha advertido de que las fechas podrán adaptarse en función de la evolución de la curva de contagio.
Por el momento, el incremento de infectados es del 1 %.
EFE

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