ROMA.- La Fiscalía de la ciudad italiana de Bérgamo (centro) interrogará a miembros del Gobierno, entre ellos el primer ministro Giuseppe Conte, que responderá el viernes, en el marco de la investigación sobre la gestión de la crisis del coronavirus.
Los fiscales convocarán como «personas informadas» (sin atribuirles delito alguno) al primer ministro, a la ministra de Interior, Luciana Lamorgese, y al de Sanidad, Roberto Speranza.
Conte avanzó que declarará el próximo viernes y que lo hará con «plena serenidad» y «sin arrogancia» para aclarar sus decisiones en esos difíciles momentos, afirmó hoy ante la prensa a las puertas del romano Palacio Chigi, sede de la Presidencia del Gobierno.
«Lo que tenga que decir al fiscal, lo haré ante él, no puedo adelantarlo. Declararé debidamente sobre todos los hechos en mi conocimiento. No estoy para nada preocupado», defendió.
El 21 de febrero se confirmó el primer caso de contagio de coronavirus en el municipio lombardo de Codogno y al día siguiente del estallido de la crisis el Gobierno decretó el aislamiento de once focos, diez localidades de Lombardía y una del Véneto (norte).
En concreto no fueron aislados hasta el 8 de marzo, cuando el Gobierno decretó el cierre de toda la región de Lombardía y otros territorios aledaños, un paso previo al confinamiento de todo el país, efectivo desde el día 10 de marzo.
«Durante quince días viajamos, trabajamos mientras el virus circulaba. Si se hubiera cerrado desde el principio la provincia de Bérgamo, no habríamos tenido que cerrar Lombardía ni Italia», dijo hoy a los medios el fundador del colectivo, Luca Fusco.
Los denunciantes sospechan que detrás de la decisión de no aislar inmediatamente estos dos municipios están los intereses económicos, ya que se trata de un área con una gran concentración empresarial en pleno motor económico de Italia, la región de la Lombardía.
EFE