(Bogotá, 08 de enero de 2021. EFE).- Comercios cerrados y una circulación de personas y automóviles relativamente baja, pero no inexistente. Bogotá enfrenta así la primera de cuatro nuevas jornadas de cuarentena estricta, una de las medidas regionales que rigen desde este viernes en Colombia para luchar contra el crecimiento de la covid-19.
Con las camas de las UCI ocupadas a más del 85 % y casi un tercio de los casos totales situados en la capital, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, declaró ayer la alerta roja en la ciudad y en el sistema hospitalario, así como la restricción total de la movilidad desde la medianoche del jueves hasta las cuatro de la mañana del 12 de enero.
«En general el balance de la jornada es positivo para lo que esperábamos, y con el transcurrir de los días se va a reducir aún más la presencia de gente en las calles», explicó confiado el subcomandante encargado de la Policía de Bogotá, coronel Guillén Amaya.
A pesar de la «buena respuesta de la gente», como calificó el coronel, también se produjeron algunos incidentes, como una de las dos fiestas ilegales, con más de 70 personas, que la Policía desalojó esta mañana.