(Lisboa, 13 de enero de 2021. EFE).- A partir del próximo día 15, y en principio por un mes, Portugal volverá a un confinamiento general similar al que vivió la pasada primavera, aunque esta vez mantendrá todos los centros educativos abiertos, para combatir la tercera ola de la pandemia de COVID-19
La medida, que se venía avanzando desde hace una semana, fue aprobada hoy en consejo de ministros y anunciada en rueda de prensa por el primer ministro luso, António Costa, ante una tercera ola que ha disparado la pandemia en Portugal, que hoy superó el medio millón de casos.
«La regla es simple: cada uno de nosotros tiene que quedarse en casa», insistió Costa, que lamentó que Portugal vuelve «adonde estaba en abril».
Los portugueses deberán permanecer en casa excepto para actividades esenciales como trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir al médico, asistir a ancianos o realizar pequeños paseos o deporte al aire libre.
A estas excepciones se añadirá el día 24 de enero la libertad de movimiento para acudir a votar en las elecciones presidenciales.
El teletrabajo será obligatorio siempre que sea posible y cerrará todo el comercio que no sea esencial -permanecerán abiertos alimentación y farmacias, principalmente-, y la restauración sólo podrá operar con entregas a domicilio y para llevar.
También cerrará el sector cultural y los gimnasios, pero se mantienen las ceremonias religiosas, los servicios públicos presenciales con cita previa, la liga profesional de fútbol y equivalentes -sin público- y siguen abiertos los tribunales, así como los consultorios y los dentistas.