(Caracas, 28 de octubre del 2021).- El investigador de urnas abiertas, Pedro Fonseca dijo que el último informe que se publicó junto con Idea Internacional y el centro de estudios políticos de la Universidad Católica Andrés Bello detalla cómo ha sido el contexto del proceso electoral 2021 en Nicaragua.
Considera que en Nicaragua en no se le puede llamar “elecciones” porque no tiene una ley electoral que se apegue en principio a la constitución política del país. Además a la normativa internacional correspondiente.
Por otro lado, el órgano electoral nicaragüense del consejo supremo electoral está controlado por la familia presidencial.
También ha existido una constante de persecución política y judicial en contra de figuras de liderazgo opositor o bien de cualquier persona natural que se declare opositor al régimen.
Mencionó que una manifestación de oposición al gobierno de Nicaragua puede ser un tuit, una publicación en Facebook o conversación en WhatsApp.
“Ya no se trata de de anomalías en el proceso electoral esto se trata de graves afectaciones a los derechos humanos y de una constante violencia política”, aseguró.
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Recordó que la constante represión inicia en el año 2018 en el país. A raíz de las protestas sociales y estudiantiles.
“A partir de ese año no se puede opinar abiertamente sobre política”, dijo.
Según Urnas Abiertas entre el 1 de octubre del año 2020 y el 15 de septiembre del año 2021 se ha registrado 1.513 hechos de violencia política sólo en el marco del proceso electoral
Acotó que estos hechos de violencia política bueno implican asedio policial a opositores y figuras no que tengan cierta visibilidad municipal o a nivel nacional.
