(Caracas, 1 de febrero, 2022).- Acerca del vertedero de ropa del desierto de Chile, el periodista del área internacional del canal 13 de Chile, Sebastián Valdez, y Rosario Hevia, gerente general de Ecocitex, coincidieron en que en el lugar se hallan más de 39 mil toneladas de prendas.
«El negocio de la venta de la ropa usada en Chile es bastante lucrativo, bastante popular. La ropa viene de Europa y Norteamérica y se separa en tres categorías», aclaró Valdez.
La ropa de tercera calidad, que tiene más detalles, probablemente sucia o rota es la que termina en el Desierto de Atacama, confió el periodista.
«Es la ropa que no se vendió y que tampoco se usó ni siquiera por los revendedores de ropa o los recicladores».
Sebastián destacó que «antes se utilizaba mucha más ropa de algodón y ahora hay mucho más consumo de poliéster y este demora 200 años o más en descomponerse«.
Ecocitex como parte de la solución
Por su parte, Rosario Hevia exhortó a la población a disminuir el sobreconsumo de ropa.
Dijo que «Ecocitex mantiene su foco en economía circular textil, y trata de dar una solución a la ropa en desuso«.
«Recibimos ropa, reutilizamos, como prenda de vestir las que estén en buen estado, rescatamos lo que se puede y sólo reciclamos lo que está en mal estado».
Explicó que el proceso consiste en separar la ropa por color, cortar, desmenuzar y volver a transformar en materia prima, en una especie de lana para confeccionar.
«Llevamos 2 años y nuestra capacidad mensual es cercana a 10 toneladas de ropa. Estamos a años luz de poder gestionar 39 mil toneladas».
Hevia afirmó que el proceso «es muy costoso».
«Una de las cosas que nos critican es que nuestro hilado reciclado es más caro que un hilado acrílico importado desde China».
Afianzó que el problema del sobreconsumo radica en lo barato que es la generación de prendas nuevas.
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Además de la contaminación visual, el vertedero también se considera un foco de enfermedades, y no obstante, la gente que busca la salida rápida opta por la quema de ropa que emana una cantidad de gases tóxicos para la comunidad de Alto Hospicio.
