París, 21 feb (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, asumió hoy en primera persona la defensa de su proyecto de reforma de las pensiones, que retrasa dos años la edad mínima de jubilación, en una visita al mercado mayorista de París, situado en Rungis (sur), tras varias semanas sin actos a pie de calle.
«El conjunto de la gente sabe que hay que trabajar un poco más de media, todos. De lo contrario, no podremos financiar nuestras pensiones», aseguró el presidente en la visita, que comenzó antes del amanecer, en medio de una incesante actividad de mercancías.
En medio de la ola de jornadas de huelga y de manifestaciones convocadas por los sindicatos, Macron dio un paso adelante, tras haber estado en los últimos días centrado en la agenda internacional, lo que había dejado la defensa de la reforma en manos de su Gobierno.
«Todos sabemos que como se vive más años no hay ningún milagro, para preservar este sistema tenemos que trabajar más tiempo (…) Es algo que molesta que se diga, pero frente a una mentira que tranquiliza prefiero una verdad que molesta», señaló.
El presidente francés desempolvó el eslogan utilizado en 2007 por su antecesor conservador Nicolas Sarkozy y aseguró dirigirse a «la Francia que madruga» para pedirle que «trabaje más», con la promesa de que «es la única forma de incrementar la riqueza del país» y financiar los servicios públicos como la educación y la sanidad.
Macron, que se posicionó como el defensor del «valor trabajo», aseguró que tiene que estar mejor remunerado y que hay que adaptar las carreras laborales para que las personas puedan trabajar más años.
«Cuando se trabaja de noche llevando cargas, a partir de cierta edad es necesario que eso se pueda adaptar, que se pueda trabajar menos horas, que se pueda reconvertir y que eso se tenga en cuenta en el cálculo de la jubilación», indicó.
Frente a las nuevas jornadas de paros convocadas por los sindicatos para los próximos 7 y 8 de marzo, Macron aseguró respetar el derecho de huelga y manifestación, pero pidió que se haga «con calma» y que se no se bloquee el país, para que aquellos que quieran trabajar esos días puedan hacerlo.
Cuatro días después de que los diputados acabaran el examen de la reforma en la Asamblea Nacional, que ahora debe ser debatida en el Senado, Macron se juega mucho en ese envite que está marcando la primera parte de su segundo mandato.
El presidente también se refirió al otro gran frente económico abierto, la inflación, aseguró que comenzará a bajar en la segunda mitad del año y pidió a la petrolera Total «un gesto» en los precios del diésel. EFE