París, 10 jun (EFE).- La edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia más legendaria, comenzó este sábado con un banderazo de excepción, el de la estrella del baloncesto LeBron James.
El Ferrari número 50 conducido por el italiano Antonio Fuoco, el español Miguel Molina y el danés Nicklas Nielsen hizo buena su ‘pole’ y salió primero, seguido por el Ferrari 51, llevado por el trío formado por Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi.
Un total de 62 automóviles de tres categorías (Hypercars, LMP2 y GTE AM) compiten en esta histórica edición sobre el legendario circuito de 13,626 kilómetros.
En Hypercars, la categoría más rápida, los Ferrari 499Pson los principales favoritos para terminar con el dominio absoluto impuesto por Toyota, que ha ganado de forma ininterrumpida desde 2018, año del primero de los dos triunfos consecutivos del trío Fernando Alonso-Sébastien Buemi-Kazuki Nakajima.
La marca japonesa, con sus GR010 Hybrid, está un poco por debajo de los Ferrari este año y su coche más rápido quedó a un segundo y medio por vuelta por detrás de la ‘pole’ en la calificación.
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Además, el venezolano Manuel Maldonado (primo de Pastor Maldonado) participa en la carrera por segunda vez. El maracayero corre en el equipo del ex fórmula 1 Olivier Panis llamado United Autosports, largando quinto en la parrilla de salida, refiere el portal Mis Revistas.
El parte meteorológico no es bueno para las primeras cinco horas de la prueba, con riesgo de tormentas y chubascos, con previsión de suelo seco para después.
Si las precipitaciones llegan, pueden hacer inalcanzable el récord de distancia conseguido en 2010, los 5.410,713 kilómetros del Audi R15 TDI pilotado por Timo Bernhard, Romain Dumas y Mike Rockenfeller,
La organización esperaba alcanzar la cifra récord de 300.000 espectadores, muy por encima de la anterior marca de 263.500 de 2022.
Sin cifras definitivas, aficionados de todo el mundo han llegado a Le Mans para disfrutar de esta carrera centenaria y han colapsado los establecimientos hosteleros de la zona y de buena parte del noroeste francés.