(Tegucigalpa, 27 de julio de 2023 – EFE / MundoUR).- Más de 168.000 migrantes en tránsito hacia Estados Unidos han entrado de forma irregular este año a Honduras, el 40 % (67.092) de ellos venezolanos, según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) consultadas este jueves por EFE.
El número de migrantes que ingresaron al país entre el 1 de enero y el 23 de julio es un 163,2 % superior a los 63.920 extranjeros registrados en igual período de 2022, año en que transitaron por Honduras alrededor de 188.858 de estos viajeros, según las cifras del INM.
A falta de cuatro días para que acabe el mes, julio ha sido el de mayor flujo este año, con 32.741 migrantes irregulares que ingresaron al país centroamericano, detalló la institución.
Del total de migrantes que han llegado a Honduras, 67.092 eran de Venezuela, seguido de Ecuador (22.801), Haití (18.824), Cuba (15.044), China (5.438), Mauritania (4.062), Colombia (3.832), Uzbekistán (3.589), Senegal (3.244) e India (2.567), precisó el INM.
Los restantes 21.741 migrantes que ingresaron al país proceden de más de una treintena de países del mundo, incluidos asiáticos y africanos.
De mantenerse el ritmo de entradas al país, este año podría cerrar con la llegada de más de 200.000 migrantes, según estimaciones de diferentes organismos hondureños.
Muchos de los migrantes irregulares son acogidos en cuatro Centros de Atención al Migrante Irregular (CAMI) habilitados por el Gobierno, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica.
En una entrevista con EFE en junio, el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Nicola Graviano, dijo que el organismo ha seguido «muy de cerca» el aumento de migrantes en tránsito por el país desde 2022.
Los migrantes abandonan su país de origen por motivaciones «económicas, reunificación familiar y escapar de situaciones de violencia», enfatizó.
Según Graviano, estos viajeros se enfrentan a «múltiples riesgos» durante su largo recorrido y puso como ejemplo, la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, que en los últimos años se ha convertido en «uno de los corredores migratorios más peligrosos del mundo».
En Honduras, un paso obligado de migrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos, los migrantes sufren muchos atropellos, principalmente en el cobro ilegal del transporte interurbano, o de agentes policiales, de acuerdo al Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Muchos de los migrantes que transitan por Honduras lo hacen por «puntos ciegos» a través de traficantes de personas, conocidos como «coyotes», que no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala, de acuerdo con autoridades y organismos de derechos humanos.