(Caracas, 6 de diciembre, 2023).- En octubre de 2022, la migrante venezolana, Kely Plumero, decidió alquilar su vientre en Estados Unidos, como una salida para subsistir en este país.
Plumero, de 36 años, confesó que al momento de recibir la oferta, dudó de poder llevar este proceso a cabo por la incertidumbre de saber si se apegaría al bebé durante el embarazo.
Durante al menos 2 años, Plumero estuvo considerando la opción de dar su vientre en alquiler a cambio del dinero necesario para llevar a sus 3 hijos desde Venezuela hasta Estado Unidos, por la frontera, lo que tenía un costo de $12.000.
Antes de tomar su decisión, la venezolana dividía su día en dos trabajos como cajera de supermercado, que la mantenían ocupada de 6:00am a 9:30pm, hasta ahorrar para la compra de un vehículo con el que se inició como delivery lo que le dio el dinero suficiente para reencontrarse con sus hijos en suelo estadounidense.
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En septiembre de 2022, Kely Plumero tuvo un accidente de tránsito en el que se le dio pérdida completa a su carro y durante 6 meses no tuvo ningún ingreso para cubrir no solo sus gastos y el de sus hijos, sino el de su madre que padece de diabetes.
En octubre, Kely se dispuso a aceptar el alquiler de su vientre con una compañía en la que todo procedió de manera legal y con los cuidados médicos necesarios, hasta empezar con el proceso de inyecciones en diciembre para la inseminación in vitro.
«Psicológicamente me preparé y entendía que eso lo hacía por la estabilidad de mis hijos», dijo.
A las 30 semanas de embarazo, Kely entró en riesgo por condiciones diabéticas y en una consulta regular a las 35 semanas, fue notificada que estaba en proceso de parto y debían practicarle una cesárea de urgencia, de forma vertical.
Luego de tres días del parto, Kely decidió ver a la niña para ayudarla con su leche materna, tras la petición de los padres.
«Quise ser fuerte, pero sentí una conexión», confesó.
En la actualidad, Kely mantiene contacto con los padres, y ve el hecho como «un caso de bondad» por darle a una pareja la posibilidad de tener una familia; sin embargo, aseguró que fue «afectada psicológicamente y no lo volvería a hacer».
El pago, fue de 35 mil dólares más comidas y cuidados médicos, con lo que Kely Plumero se ayudó financieramente para cambiar su calidad de vida y la de su familia.






