(Caracas, 11 de diciembre, 2024).- Tatiana Mora y Miguel Guerra, chefs venezolanos, obtuvieron este lunes una estrella Michelin, un reconocimiento que consideran el «Óscar» de la gastronomía , con su restaurante Mita.
En una entrevista exclusiva para Shirley Varnagy, ambos chefs reflexionaron sobre su trayectoria y el proceso que los llevó a alcanzar este destacado logro.
Tatiana aseguró que este reconocimiento es un sueño hecho realidad. “Es un sueño que comenzó como una idea mientras conversaba con Miguel aquí en Estados Unidos. Lograr un reconocimiento tan amplio es algo increíble,” comentó.
La chef, quien se formó en el Hotel Escuela de los Andes en Venezuela y luego se trasladó a Barcelona, ha estado en Estados Unidos durante nueve años.
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Por su parte, Miguel compartió su historia, revelando que llegó a Estados Unidos hace diez años para estudiar cocina y se mudó a Washington hace cinco.
“Conocí a Tatiana mientras trabajábamos en restaurantes cercanos. La conexión entre nosotros como venezolanos fue inmediata,” relató.
Ambos chefs coincidieron en que la pandemia fue un punto crucial en su carrera.
“Decidimos crear Mita durante la pandemia, cuando todo parecía imposible. Queríamos llevar alegría a la gente que estaba encerrada en casa,” explicó Miguel.
Comenzaron ofreciendo un servicio de delivery, destacando la rica gastronomía latinoamericana, y rápidamente se dieron cuenta del potencial de su propuesta.
Tatiana agregó que su enfoque en la cocina ancestral y el rescate de rituales culinarios de diferentes países latinoamericanos les ha permitido diferenciarse en un mercado competitivo. “Queríamos mostrar que Venezuela no es solo un país, sino parte de una rica cultura latinoamericana,” afirmó.
El nombre «Mita» tiene un significado especial para ellos, ya que es un acrónimo que representa la unión de sus talentos y pasiones. “Mita comenzó como una colaboración entre nosotros, uniendo nuestras visiones y habilidades,” explicó Tatiana.
El camino hacia la obtención de la estrella Michelin no fue fácil, pero su dedicación y creatividad les permitió transformar un pop-up en un restaurante exitoso. “El momento decisivo fue cuando supimos que nuestro pop-up estaba a punto de cerrar. Decidimos que era hora de abrir un restaurante y, de ahí, llegó la estrella Michelin,” concluyó Miguel.