Maternidad subrogada en Venezuela: un vacío legal y la realidad del proceso de adopción

(Caracas, 12 de diciembre de 2024. MundoUR).- En una reciente entrevista, Jeslia Vergara, abogada especialista en derecho familiar, destacó la falta de una legislación clara y específica sobre la maternidad subrogada en Venezuela, un tema que ha generado controversia en muchos países. 

A pesar de que la reproducción asistida es una práctica creciente en diversas partes del mundo, el marco legal venezolano no reconoce ni regula adecuadamente estos procesos, lo que deja a quienes recurren a ellos en un terreno incierto y vulnerable.

Vergara explicó que la maternidad subrogada, conocida coloquialmente como «vientre de alquiler», implica que una mujer gestante porte un hijo para otra pareja o individuo. 

«La legislación venezolana no contempla el proceso de maternidad subrogada, ni siquiera de manera indirecta. Esto significa que cualquier contrato que se firme entre las partes involucradas es nulo y carece de validez legal. Esto abre la puerta a posibles disputas sobre la custodia del niño, especialmente si la gestante decide quedarse con el bebé, a pesar de no ser la madre genética», comentó la abogada.

La experta aconsejó a las personas interesadas en este proceso que se abstuvieran de recurrir a la maternidad subrogada en Venezuela hasta que exista un marco legal que regule este tipo de acuerdos. En su lugar, sugirió que se optara por la adopción, un proceso legalmente viable en el país, aunque también admitió que es largo y complejo.

Respecto a la adopción, Vergara explicó que, si bien los procedimientos son exigentes, permiten a las personas interesadas convertirse en padres de manera legal. 

En Venezuela, pueden adoptar tanto parejas como personas solteras, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por la ley, como estabilidad financiera y emocional. Además, aclaró que la adopción es posible hasta que el niño cumpla 17 años.

En cuanto a los países donde la maternidad subrogada es legal, Vergara resaltó que existen estrictos controles para evitar abusos, como evaluaciones psicológicas y requisitos rigurosos para las mujeres que se ofrecen como gestantes. Sin embargo, en Venezuela, debido a la ausencia de regulación, estos procedimientos pueden resultar arriesgados y propensos a estafas y complicaciones legales.