(Brasilia, 19 de febrero de 2025 – EFE / MundoUR).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro portugués, Luis Montenegro, celebraron este miércoles los 200 años del establecimiento de relaciones bilaterales y lo que definieron como una «perfecta amistad».
Ambos encabezaron la XIV Cumbre Brasil-Portugal, celebrada este año en Brasilia y que estuvo centrada en la promoción del comercio, la cooperación en las más diversas áreas y en especial en defensa, mediante la sociedad establecida entre la empresa aeronáutica brasileña Embraer y el Estado portugués.
De hecho, en el marco de la cita fue ratificada la adquisición por parte de Portugal de doce aviones de combate A-29N Super Tucano de Embraer, una operación que rondará los 200 millones de euros.
El negocio fue anunciado en diciembre pasado en Lisboa e incluye simuladores que serán usados en el entrenamiento de pilotos lusos y los servicios necesarios para el mantenimiento de las aeronaves por parte de Brasil.
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El acuerdo también contempla la posibilidad de que los A-29N sean montados en la empresa OGMA, controlada por Embraer, en la que el Estado portugués posee el 35 % de las acciones y que tiene su sede en Alverca do Ribatejo, a unos 25 kilómetros de Lisboa.
La Fuerza Aérea portuguesa ya ha adquirido cinco C390 Millennium, avión de transporte militar desarrollado por Embraer y concebido como una alternativa al carguero Hércules C130, de la estadounidense Lockheed Martin.
El C390 es el gran producto de la división de defensa de Embraer y ya ha sido adquirido por una veintena de países, entre los que, además de Portugal, figuran otros miembros de la OTAN como Suecia, la República Checa y Holanda.
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La cumbre concluyó con la firma de una veintena de nuevos acuerdos de cooperación para el combate al crimen transnacional, infraestructura portuaria, salud y alimentación saludable, cambio climático, gestión de museos, turismo y agricultura, entre otros asuntos.
También fue abordada la situación de la comunidad brasileña que reside en Portugal, constituida por unas 400.000 personas que, en los últimos años, han denunciado numerosos casos de xenofobia y racismo.
Montenegro, en la rueda de prensa final de la cumbre, admitió que pudo haber algunos incidentes de esa naturaleza, pero garantizó que los brasileños conforman «la mejor comunidad» extranjera que existe en Portugal.
Sostuvo además que los brasileños «colaboran» con el proceso de expansión económica que vive ese país y expresó su «gratitud a quienes han elegido a Portugal para alimentar sus sueños de prosperidad».