(Caracas, 28 de octubre, 2024).– El próximo 17 de noviembre, la emblemática figura de la música venezolana, Reynaldo Armas, celebrará 49 años de carrera artística con un concierto gratuito en Altamira, un evento que promete ser un homenaje a su trayectoria y a la ciudad que lo ha acogido durante más de cinco décadas.
Originario del llano, el artista llegó a Caracas a los 18 años, impulsado por el deseo de compartir su música y su historia. “Tengo ya 53 años en Caracas, y cantarle a la ciudad es un placer inmenso”, expresa con emoción. Su viaje musical comenzó en los centros nocturnos y cervecerías de la capital, donde luchó por hacerse escuchar y dar a conocer su propuesta musical, siempre con el llano en el corazón.
A lo largo de su carrera, ha tenido la fortuna de contar con el apoyo de grandes figuras que le brindaron sus primeras oportunidades. “El maestro José Romero Bello, un folclorista que manejaba un centro nocturno en Bello Monte, me dio mi primera oportunidad de presentarme frente a un público”, recuerda con gratitud.
La música de este talentoso artista es una narrativa profunda, donde el 95% de sus canciones son vivencias personales. “Mis canciones reflejan lo que he vivido en la vida, el campo, los amigos viejos que se han quedado en el camino, inquietudes e ilusiones”, aseguró Reynaldo Armas.
También te puede interesar: Baja venta de boletos no sería razón de cancelación del concierto de Morat
Entre sus composiciones más emblemáticas se encuentra “Rucio Moro”, una canción que narra una experiencia de su infancia. “Eso es una historia verdadera. Yo tenía siete años y un día encontré a mi caballo ahogado. No entendía el sentido de la vida y la muerte en ese momento”, relata.
El concierto del 17 de noviembre no solo será una celebración de su carrera, sino también una oportunidad para que el público se conecte con las historias que han dado vida a su música. La entrada es gratuita, y se espera que la comunidad se una para rendir homenaje a un artista que ha dedicado su vida a cantarle a Venezuela y contar historias.
