(Australia, 16 de diciembre de 2025. EFE/MundoUR).-Las autoridades australianas vincularon este martes al Estado Islámico (EI) con el atentado contra la comunidad judía en Sídney del domingo, que deja 15 víctimas mortales, además de un supuesto autor, y afirmaron que impulsarán el endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego para mejorar los sistemas de control de licencias.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó hoy que el ataque en la zona de Bondi, durante un acto de la comunidad judía por la festividad de Janucá, estuvo motivado por la ideología del EI y fue llevado a cabo, según las investigaciones preliminares, por un padre y su hijo que en principio actuaron de manera independiente.
Investigación previa
Albanese explicó en una entrevista con la cadena pública ABC que la agencia de inteligencia australiana (ASIO) había investigado en 2019 a uno de los presuntos autores, identificado como Naveed Akram, así como a su padre, Sajid Akram, abatido por la Policía durante el ataque.
En aquella ocasión, el organismo entrevistó a varios miembros de la familia y a personas del entorno, sin detectar indicios de radicalización.
javascript:false
«Hubo una investigación y se amplió el análisis para identificar posibles riesgos, pero se concluyó que no había pruebas de radicalización», subrayó el jefe del Ejecutivo, quien añadió que si se produjo una radicalización posterior, esta forma parte ahora de las líneas abiertas de investigación.
Por su parte, el Departamento de Inmigración de Filipinas (BI, en inglés) confirmó este martes a EFE que los dos presuntos atacantes de Sídney estuvieron en Filipinas casi todo noviembre.
«Sajid Akram, de 50 años, ciudadano indio (residente australiano), y Naveed Akram, de 24 años, ciudadano australiano, llegaron juntos a Filipinas el 1 de noviembre de 2025 desde Sídney», indicó el BI.
Los hombres, padre e hijo, registraron su estadía en la ciudad de Davao, capital de la isla de Mindanao, donde actúan varios grupos afines al Estado Islámico, según ha denunciado en varias ocasiones el Ejército de Filipinas. La ciudad de Marawi, en el sur de Mindanao, fue tomada por células del EI durante meses en 2017.
Un ataque planificado

El primer ministro australiano calificó el atentado de acto «meticuloso, calculado y a sangre fría».
Las autoridades creen que el ataque tuvo un componente antisemita y golpeó uno de los enclaves más emblemáticos y turísticos del país.
Las pesquisas están siendo coordinadas por la Policía de Nueva Gales del Sur junto al Equipo Conjunto Antiterrorista, con el apoyo de la Policía Federal Australiana, ASIO y socios internacionales del grupo Five Eyes.
El jefe policial del estado, Mal Lanyon, confirmó también que ambos sospechosos habían viajado a Filipinas y que en el vehículo del hijo se hallaron banderas del Estado Islámico de fabricación casera y artefactos explosivos improvisados.
El ataque se produjo sobre las 18:40 hora local del domingo (7:40 GMT), cuando padre e hijo abrieron fuego con rifles contra la multitud reunida en el parque Archer, junto a la popular playa de Bondi. En el lugar se celebraba un acto por el inicio de Janucá, al que asistían cerca de un millar de personas.
Tras los primeros disparos, la Policía acudió rápidamente y se produjo un intercambio de fuego en el que dos agentes resultaron heridos.
Sajid Akram murió tras ser abatido, mientras que su hijo fue trasladado al hospital bajo custodia policial y permanece en coma.
Las víctimas del atentado tenían entre 10 y 87 años e incluyen a una niña de 10 años, un rabino nacido en Reino Unido, un oficial de Policía retirado, un superviviente del Holocausto y un ciudadano francés.
El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, informó de que 26 personas continúan hospitalizadas, 12 de ellas en estado crítico.
Entre los heridos se encuentra Ahmed al Ahmed, ciudadano de origen sirio de 42 años, que fue reconocido por su actuación al desarmar a uno de los atacantes. Albanese lo visitó este martes en el hospital y lo definió como «un verdadero héroe australiano».
Según relató el primer ministro, Ahmed decidió actuar al presenciar el tiroteo mientras se encontraba con amigos en la playa. Se escondió detrás de unos vehículos, sorprendió a uno de los asaltantes y logró quitarle el rifle con sus propias manos, antes de resultar herido en el brazo y la mano.
Endurecimiento de las leyes de armas
En respuesta al atentado, Albanese anunció hoy que su Gobierno impulsará un endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego, con el objetivo de reforzar el sistema de control de licencias.
Entre las medidas figuran la aceleración del Registro Nacional de Armas, un mayor uso de inteligencia criminal en la concesión de permisos, la posible limitación del número de armas por persona y la revisión de los tipos de armas permitidas.
Sajid Akram contaba con licencia de armas desde hacía una década y tenía al menos seis armas registradas, un hecho que ha intensificado el debate nacional sobre la seguridad y el control del armamento tras la tragedia.





