LONDRES.- El exprimer ministro británico David Cameron ha rechazado la oferta de su compañero de partido y actual jefe del Gobierno, Boris Johnson, para presidir la cumbre climática COP26 que se celebrará el próximo noviembre en Glasgow.
Cameron, que dimitió como primer ministro tras el referéndum del Brexit en 2016, en que hizo campaña por la permanencia mientras Johnson abanderó la salida de la Unión Europea (UE), ha declinado el puesto al afirmar que debería ocuparlo un miembro del Ejecutivo.
El ex primer ministro, que en 2019 fichó por la empresa de inteligencia artificial Afiniti y preside la organización benéfica Alzheimer’s Research UK, afirmó que ha sido «un honor» ser propuesto para el cargo.
«Fue un honor que me pidieran que hiciera este trabajo, pero creo que es mejor en estas situaciones tener un ministro del Gobierno haciendo el trabajo, porque entonces cuentas con una dirección clara en lugar de tener, quizás, a dos personas haciendo lo mismo», dijo en declaraciones a la cadena BBC.
Mostró sus «mejores deseos» para que el gabinete de Johnson consiga que la cumbre de Glasgow cumpla con los objetivos de lucha contra la emergencia climática, lo que calificó como «absolutamente vital», aunque rehusó pronunciarse sobre su relación con el «premier».
Según el diario «The Times», el exlíder del Partido Conservador William Hague y antiguo ministro de Exteriores también habría recibido el encargo de presidir la conferencia internacional, pero lo habría declinado.
Este fracaso del Gobierno para conseguir que una figura política de alto nivel dirija los preparativos de la cumbre auspiciada por la ONU se produce después de que la anterior presidenta, Claire O’Neill, fuese despedida el pasado viernes, tras lo que acusó al primer ministro de no tomarse en serio el problema climático.
Johnson, que ha sido criticado por sus posiciones menos enfáticas a favor de combatir la emergencia climática, presentó este martes la cumbre climática con el compromiso de adelantar a 2035 la prohibición de vender automóviles nuevos de diesel, gasolina o híbridos, que se había fijado para cinco años más tarde.
Los expertos han calificado las conversaciones climáticas que se abordarán en la COP26 como las más importantes desde que se logró el Acuerdo de París para frenar el calentamiento global en 2015, dado el fracaso en consensuar políticas comunes que se produjo en la anterior edición, celebrada en Madrid el pasado diciembre.
Se espera que los países presenten planes nacionales más ambiciosos para reducir los gases de efecto invernadero de cara a 2030, ya que las propuestas actuales no son suficientes para frenar el alarmante aumento de la temperatura global, que ya ha producido el deshielo del mayor casquete polar del Ártico.
El Reino Unido, que se ha fijado la meta de 2050 para llegar a ser una economía que emita cero emisiones de CO2, debe hacer un gran esfuerzo diplomático para asegurar que se pacta una agenda climática ambiciosa, en un momento en que está negociando acuerdos comerciales con la UE y otros países.
EFE/SPLL