BERLÍN.- El Gobierno alemán advirtió hoy que un cambio de formato del G7 no es algo que pueda decidir su presidencia de turno, actualmente EEUU, sino que éste solo puede definirse por consenso entre los miembros del grupo.
«Invitar a determinados países a una cita sí entra en las competencias del anfitrión. Pero no una ampliación o cambio de formato», indicó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
La fuente gubernamental respondió así al propósito declarado del presidente de EEUU, Donald Trump, de invitar a su homólogo ruso, Vladímir Putin, a la próxima cumbre del G7 (grupo formado por los siete países mas desarrollados), así como a la posible participación de Australia, India y Corea del Sur.
El portavoz de la canciller Angela Merkel recordó al respecto que «en el pasado» se invitó ya a asistir a otros países a reuniones del G7 -integrado por EE. UU., Alemania, Japón, Italia, Reino Unido, Francia y Canadá-.
Entre 1997 y 2014 el grupo pasó a denominarse G8 -o G7 + 1-, al incluirse a Rusia en calidad de invitado permanente. A raíz de la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de este país se le excluyó de nuevo del grupo, pese a varios intentos de Trump por reincorporar a Moscú.
A los integrantes del grupo, además de su condición de potencias industriales, les une el hecho de «compartir unos valores democráticos y principios fundamentales», apuntó al respecto Seibert.
Trump decidió el pasado fin de semana aplazar la cumbre, que de acuerdo a sus deseos iba a ser en formato presencial a finales de junio.
Poco antes de conocerse esa decisión, Merkel había indicado, a través de un portavoz, que no preveía acudir a la reunión ante la situación actual de la pandemia.
Seibert declinó responder a preguntas sobre si un aplazamiento de la cumbre, previsiblemente al próximo septiembre, puede ser utilizado por Trump como pantalla para su campaña a la reelección.
El portavoz se limitó a comentar que su Gobierno está «a la expectativa» de cuándo y dónde se concretará la nueva cita para la cumbre.
EFE