(Moscú, 3 de julio de 2021.EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional del país, que constata que «fuerzas destructivas» internas y en el exterior intentan utilizar los actuales desafíos para desestabilizar Rusia.
El documento, de 43 páginas, publicado este sábado en el portal digital de información gubernamental, subraya que el incremento de la infraestructura militar de la OTAN junto a las fronteras rusas y los ejercicios para el posible empleo de armas nucleares contra Rusia aumentan las amenazas militares que afronta el país.
«Fuerzas destructivas en el exterior y dentro del país intentan utilizar dificultades socio-económicas objetivas en la Federación Rusa para estimular procesos sociales negativos y agravar conflictos interétnicos e interconfesionales», añade el texto.
La nueva Estrategia, que sustituye la aprobada el 31 de diciembre de 2015, señala que el rápido desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación se acompaña de la posibilidad del surgimiento de amenazas para la seguridad de los ciudadanos, la sociedad y el Estado.
«El uso en la Federación de Rusia de tecnologías de la información y equipos de telecomunicación extranjeros eleva la vulnerabilidad de los recursos informáticos rusos, incluidas instalaciones de infraestructuras críticas», advierte.
Para hacer frente a este desafío, la Estrategia plantea la tarea aumentar la seguridad y estabilidad del sistema de suministro de energía, electricidad, del sector ruso de internet y de otras infraestructuras, así como impedir el control extranjero sobre su funcionamiento.
En el ámbito de seguridad económica, el documento subraya la necesidad de «superar la dependencia crítica de la economía rusa de la importación de tecnologías y equipos» y de fortalecer el sistema financiero del país y su soberanía.
Con este fin, entre otras medidas, contempla la reducción del uso del dólar estadounidense en el comercio con el exterior.
La Estrategia incluye un apartado sobre la «defensa de los valores ético-espirituales tradicionales ruso, la cultura y la memoria histórica», y acusa a Estados Unidos y sus aliados de atentar contra ellos.
«El sabotaje informativo-psicológico y la ‘occidentalización’ de la cultura aumentan el peligro de que la Federación de Rusia pierda su soberanía cultural», alerta el documento.