(Maracay, 23 de febrero 2022. Redacción: Gabriela Nasca) Los partidos políticos, desde un punto de vista democrático, son una organización estable que responde a unos estatutos perfectamente engranados que buscan realizar un proyecto político que está fundamentado en un plan ideológico.
Estas entidades pueden compartir una misma estructura organizativa, más deben ser distintas y responder a planteamientos ideológicos diferentes; gracias a esto se genera o implica la creación de programas de gobierno diferentes en base a las convicciones y filosofías de cada tolda.
Sin embargo, Venezuela ha mostrado una separación de la idea y la práctica, causando inestabilidad gubernamental y democrática, entonces ¿Qué tan importante son los partidos políticos y grupos de poder (organización de ciudadanos) para la construcción de un país?
Este fue el planteamiento de la entrevista especial en el programa “Cita Éxitos”, que realizaron Carla Carrera Ortiz y Kenji Millán al analista de políticas públicas y licenciado en Ciencias Políticas especializado en Derechos Humanos, Daniel Arias.
Según el analista, en los últimos 40 años en la nación ha habido un divorcio absoluto entre los programas o formas de gobierno y las ideologías que practican los partidos. Estas separaciones han sido la razón por la cual en la región se presentó una crisis política desde los años 80.
Según Arias, en Venezuela todos los grupos de poder se organizan de diferentes maneras, pero el problema se presenta cuando dichos grupos empiezan a gestionar conflictos al querer tomar parte del estado y las instituciones, teniendo consecuencias que no atribuyen a la integridad de la sociedad venezolana. ¿Qué ocurre cuando no se toman en cuenta las propuestas de un partido por diferencias y rechazo de sus ideologías por programas de gobierno? Se profundiza la línea divisora y aumenta la crisis.
¿A dónde se dirige el país partiendo del punto en el que se encuentra?
Para el analista Daniel Arias es difícil profetizar la respuesta, según el experto los partidos del país mantienen una cultura de conflicto causada por las discrepancias presentes al momento de renovación de sus autoridades.
Explicó que las toldas políticas funcionan como organismos cerrados, donde el creador termina siendo el dueño de la verdad ideológica, generando todo tipo de inconvenientes, como la división de un partido o la creación de nuevos.
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