(Moscú, 7 de mayo de 2022. EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, trasladó hoy sus condolencias a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, tras la explosión que destruyó la víspera un hotel de lujo en el centro de la capital cubana y causó la muerte de al menos 22 personas.
«Reciba mis sinceras condolencias en relación a las trágicas consecuencias de la explosión en el hotel habanero Saratoga. Pido transmitir mis palabras de compasión y apoyo a los familiares y allegados de las víctimas y los deseos de un rápido restablecimiento a todos los heridos», afirmó el mandatario, citado por el Kremlin.
Al menos 22 personas murieron y otras 64 han resultaron heridas, algunas de extrema gravedad, en una fortísima explosión por un escape de gas en un hotel de lujo del centro de La Habana.
La Presidencia de Cuba informó en Twitter de que entre los fallecidos hay un menor y una embarazada, y que entre los heridos hay 14 menores (con tres críticos y dos graves).
Estas cifras no son definitivas y podrían subir en las próximas horas, conforme se avanza en las tareas de desescombro del hotel Saratoga, emblemático del centro histórico habanero.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que acudió rápidamente al lugar de los hechos, subrayó que se trató de un «lamentable accidente» y descartó que fuese una bomba o un atentado. Agregó que las investigaciones preliminares apuntan a un escape de gas.
Indicó que se ha puesto en marcha una comisión de investigación y también un plan para atender a las familias de los damnificados y a los vecinos de los 17 edificios de viviendas que han sufrido afectaciones a causa de la explosión.
El ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, aseguró que entre los heridos no hay extranjeros. Sobre los fallecidos no han trascendido detalles por el momento.
El suceso se produjo minutos antes de las 11 de la mañana, cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel. La tesis más probable es que la explosión se debiese a una fisura en la manguera del camión.
La explosión hizo que colapsase una sección del edificio -de siete pisos- y que se desprendiese la fachada de los tres primeras plantas, provocando una lluvia de toneladas de escombro sobre una acera habitualmente concurrida. El camión cisterna quedó parcialmente sepultado.