(Caracas,1 de noviembre, 2022).- El doctor en economía José Manuel Puente, señaló que de cara al 2023, «estamos ante un ambiente muy enrarecido por diferentes factores, donde la guerra en Ucrania es uno, la otra es la nueva cepa de Covid que ha trastocado las cadenas de suministro».
Agregó a los factores el cambio estructural en la tasa de inflación que está viviendo Europa y Estados Unidos. «Recordemos que EE.UU. y la Unión Europea están viviendo los niveles de inflación más alta de los últimos 40 años», dijo.
Destacó que las proyecciones realizadas por el Banco Mundial fueron de tendencia a la baja, «y vemos cómo en general, la economía global pasaría de 3.2% de crecimiento en el 2022, a 2.7% en el 2023″.
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En este contexto, refirió que países con economías avanzadas como en Europa, Países Escandinavos, Norteamérica y Panamá, que para este año aspiraban a un crecimiento del 2.4%, para el 2023 apuntan a un crecimiento de 1.1%.
«Particularmente llama la atención que algunas economías como Alemania, se proyecta en una recesión del 0.3%, al igual que Italia que se contraería en 0.2% y por supuesto, Rusia que está en medio de una gran crisis tendría una contracción de 2.3%», explicó.
El PHD en economía estudió que se espera una «alta y persistente inflación. En general el mundo entero está viviendo tiempos difíciles, de moderación o recesión económica».
En el caso venezolano, Puente destacó que se aspira a un mayor crecimiento en comparación con otros años, por la pequeña brecha económica que ha dejado el mercado petrolero y que ha impactado de forma positiva. «El crecimiento de Venezuela está muy vinculado al choque petrolero que está viviendo consecuencia de la guerra en Rusia y Ucrania».
Alegó que «a pesar del mal manejo, esos cañonazos petroleros logran dinamizar algunos sectores y generar ilusiones de armonía, al menos durante un tiempo».