(Puerto la Cruz, 4 de noviembre de 2022. Redacción. Saray Portillo).- José Rafael Lozada, profesor de la Universidad de Los Andes (ULA), especialista en Ecología Forestal y en Evaluación de Impacto Ambiental, alertó que actividades de deforestación y tala son elementos claves a evaluar en los deslaves registrados en Venezuela producto de las fuertes lluvias que se han suscitado.
En entrevista con el periodista Jesús Salazar para el programa Panorama Informativo, transmitido por Unión Radio 93.7 FM, indicó que en todos los estados del país, se están viendo preocupantes eventos de deforestación con fines agropecuarios.
“Cuando no hay bosques, la capacidad de retención de agua del suelo es menor. Si ha estado lloviendo varios días y la superficie está saturada, toda el agua se va por escorrentía y genera los impactos que estamos viendo en la actualidad”, explicó.
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Precisó que otro elemento que agrava la situación es la ocupación de los conos del flujo del agua, con el establecimiento de viviendas en áreas donde naturalmente el río debe correr y desbordarse.
Recordó que la tasa de deforestación de Venezuela es sumamente alta, de acuerdo a los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que en la última década se sitúa por el orden los 127 mil hectáreas al año de destrucción de bosques.
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“Ha disminuido con respecto a los años 90. Pero no se debe a ser un país más ecologista o conservacionista, sino que ya se agotaron la disponibilidad de tierras en los llanos del país”, aclaró.
Refirió que en la actualidad, los campesinos están yendo a las zonas de montaña como la Guayana venezolana, a trabajar la tierra.
Alerta temprana
El profesor de la ULA informó que cada cuenca tiene características particulares que deberían conducir un sistema de alerta temprana, algo que se hace en países desarrollados.
Sobre esto, indicó que un factor clave es la detección de la precipitación para aplicar un modelo de simulación a fin de prevenir pérdidas de vidas humanas.
“En Venezuela se ha destruido la red de estaciones climáticas, quedando en este momento menos de 100, de más de 600 que habían”, sostuvo.
Según su percepción, al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), «se les está yendo de las manos el problema ambiental del país, con una gestión sumamente deteriorada».
Destacó la necesidad de que gobernación y alcaldías a nivel nacional tomen acciones ante esta situación.
“El Estado no tiene la capacidad operativa para resolver todos estos problemas ambientales en cada rincón del país”, concluyó.
