Miami.- El expresidente estadounidense Donald Trump advirtió, tras viajar a Mar-A-Lago en Florida, que el único crímen que ha cometido es «defender» a su país de forma valiente de «aquellos que quieren destruirlo» y aseguró que nunca pensó que «algo así» pasaría.
“Esta acusación que salió es ridícula. Todo el mundo dijo que no es realmente una acusación. No hay nada aquí”, dijo el mandatario a un grupo de personas que asistió a la rueda de prensa convocada tras llegar de Nueva York y declararse no culpable.
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Considera que el país “se está yendo al infierno” por procesos judiciales como el que actualmente encara y acusó de «izquierdista» al fiscal Albert Bragg, quien lleva su caso, al igual que señaló que Estados Unidos se puede comparar con una nación del tercer mundo.
El fiscal «sabía que no había ningún caso, por eso montó esta imputación tan ridícula, que no era siquiera una imputación porque no había contenido (…) El delincuente es el, el fiscal. Habría que encausarlo a él o por lo menos tendría que dimitir».
El discurso continuó con ataques propios de una campaña electoral, en los que volvió sobre sus habituales ataques a la gestión de la Administración Biden y a sus reclamos, sin fundamento, de que le robaron las elecciones de 2020.
Un poco antes, el fiscal Albert Bragg destacó que las 34 acusaciones contra Trump son por presunta falsificación de documentos y cree que ese tipo de conductas no pueden normalizarse.
“Se trata de 34 registros comerciales; 34 declaraciones falsas y registros comerciales que ocultaban conductas delictivas”, insistió Bragg.
