En la más reciente entrega de Íconos de Aragua, a través de Cita Éxitos, el arquitecto Carlos Ernesto Blanco habló sobre la desidia en la que se encuentra el Zoológico de Maracay “Esta era el área de convivencia entre la naturaleza y la comunidad aragüeña”, dijo.
Un poco de Historia
La apertura del zoológico fue en el año 1915 por iniciativa del general Juan Vicente Gómez. En él se albergaban animales que fueron obsequiados para su hacienda en Las Delicias. Contaba con «un corral de exhibición personal».
La historia de este lugar cuenta con años de travesías, esfuerzo y dedicación que buscaban crear un lugar de aprendizaje y protección. Sin embargo, a partir de 2015 fueron cerradas sus puertas para una «remodelación» que hasta la actualidad sigue sin existir.
Para Carlos Blanco, mencionar al zoológico es hablar de 100 años de historia donde toda una ciudadanía creció junto a este espacio ambiental. Al mismo tiempo, aseguró que «no sólo tiene valor por ser el primer zoológico de Venezuela, sino por lo que representa como patrimonio para el estado y el país».
Se puede rescatar el Zoológico
Rescatar el zoológico comienza por asumir el valor que generó por tanto tiempo a la ciudad de Maracay, reconociendo la alegría y esperanza con la que la comunidad se ha identificado al compartir en esta área.
Cabe destacar, que para Blanco el espacio constituía un espacio de exhibición y un punto de referencia educativa y cultural de la ciudad. De hecho, hizo hincapié en que hace unos años llegó a ser un proyecto de cambio de paradigma en los zoológicos del país. “Llegó a convertirse en un centro educativo para investigadores y profesionales de la fauna”.
Las ideas que se han trabajado con el tiempo se han basado en transformar la visión y construir un nuevo plan que incorporara el cambio en las jaulas y convertirlas en espacios acoplados a los hábitats de los animales, como explicó el arquitecto: «la idea era concretar la colección de especies de fauna nacional y local del Henry Pittier».
Para el experto, los animales dentro del zoológico perdieron calidad de vida, y a partir del 2015 comenzaron con el traslado a otros sitios que tenía la función de protegerlos. Sin embargo, se perdió un patrimonio con un valor incalculable para la sociedad Maracayera.
Finalmente, consideró que la nueva tendencia de la intervención en espacios públicos posee proyectos de rescate que puedan ayudar a reconstruirlos. “Conseguir los recursos no es imposible, pero para rescatar al zoológico se necesita el verdadero cambio para su conservación”.
Es así como invitó a la sociedad civil a tomar la responsabilidad de actuar en su realidad, ya que de parte del Colegio de Arquitectos se encuentran dispuestos a colaborar con el objetivo: la unificación y reconstrucción de los espacios de convivencia.
Para más info de Maracay, haz clic aquí.
